Una historia de amor y fortaleza

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Una exposición rinde homenaje a las familias y cuidadores de enfermos de cáncer

02 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo comenzó en Valladolid, hace dos años. Sara Parrondo, una madrileña estudiante de Medicina, y Antón Guerrero, un ourensano que hace Diseño Gráfico, coincidieron en la misma residencia universitaria. Se conocieron, se enamoraron y la confianza, y las confidencias compartidas sobre su historia vital, fueron tejiendo una idea que hoy verá la luz por primera vez. El proyecto, que han bautizado como Rocha tiene forma de exposición fotográfica, pero es mucho más. Es una iniciativa solidaria marcada por los sentimientos personales y un homenaje a las familias que afrontan la realidad del cáncer.

Ella sabe bien lo que eso supone. Es hija de un paciente con cáncer ya fallecido y su experiencia ha servido para guiar la obra de Antón, que antes de iniciar los estudios de diseño había terminado un ciclo superior de fotografía porque le apasiona ese mundo. Unieron esfuerzos. Ella volcó sus recuerdos para que él pudiera plasmar los sentimientos por los que pasó en esa etapa adolescente durante los tres años que duró la enfermedad de su padre. Y, como ella misma relata, esos sentimientos no son siempre tristes. «En las familias no solo hay adultos, sino también niños y a esas edades no sabes, no entiendes muy bien lo que está pasando y por lo tanto puedes sentir miedo. Pero la referencia que yo tengo no es que la vida de mi padre era quimioterapia y estar encerrado en casa. Todo lo contrario. Estuvo tres años luchando contra el cáncer y me llevaba al cine, salíamos, íbamos de vacaciones, tiraba de nosotras. Y mi madre tiraba más aún», relata.

«Según ella me iba contando, yo iba interpretando esos sentimientos y haciendo las fotografías, pero no son fotografías duras, ni directas. Son oníricas, usando paisajes, elementos que simbolizan esos diferentes estados de ánimo por los que pasan las familias», señala Antón.

«Los familiares no sufren la enfermedad como la padece el paciente, pero también la viven. Para ellos son un montón de procesos que, al igual que una roca en la playa va siendo modelada por los vientos y las mareas, también los van cambiando», cuenta Sara.

La idea de esta joven pareja -tienen 21 y 23 años- empezó a convertirse en realidad el pasado verano. «Nunca habíamos hecho nada parecido, así que nos presentamos en la Asociación contra el Cáncer de Ourense diciéndoles lo que habíamos pensado para saber qué les parecía. Desde el principio nos apoyaron y nos animaron. Así que aquí estamos y ojalá las familias que la vean puedan sentirse de alguna manera también identificadas con eso que queremos expresar», dice ella. «No hemos querido titular cada foto, porque pensamos que los sentimientos son particulares y cada uno debe sentirlas a su manera», añade Antón.

Además del homenaje a las familias y de lo que inspire a quienes vayan a verla -se abre hoy en el café Trampitán a las 12.00 horas- los jóvenes creadores del proyecto pretenden recaudar fondos para la Asociación contra el Cáncer de Ourense. Para ello, colocarán huchas junto a las fotografías. «Queríamos que algo que fuese de los dos pudiese ayudar a la gente y, a la vez, que sirviese para apoyar la labor de la asociación por lo que su trabajo representa para las familias», relata Sara que recuerda que su madre, a pesar de trabajar en un hospital, «se sentía perdida entre tantas cosas que te dicen que tienes que hacer; cuando sales de recibir un diagnóstico de este tipo estás tan impactado que no sabes ni por dónde empezar, ni casi eres consciente de todo lo que te han dicho».

En el Trampitán colgarán ocho cuadros, pero Antón cuenta que tiene cientos de fotografías hechas. A ambos les gustaría que el proyecto no terminase aquí y pudiese llegar a otras localidades y ayudar a otras delegaciones de la asociación. Por el momento, esperan la respuesta del público ourensano con los nervios propios de los primerizos. «Nunca habíamos hecho nada así, ni juntos ni por separado. Es la primera vez y solo esperamos que sirva para el objetivo que teníamos en mente que es rendir nuestro pequeño homenaje a esos familiares que también afrontan con valentía lo que conlleva el proceso de un cáncer en un ser querido», señala el ourensano.