Niega haberse quedado 500.000 euros cuando era apoderado de banco

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Un auditor declaró en el juicio que el acusado sí reconoció que lo hizo para sanear empresas de sus familiares

25 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El que fuera apoderado de una sucursal bancaria en O Barco, D. N. P., negó ayer, ante el tribunal de la Audiencia provincial, haberse apoderado de los casi 500.000 euros de lo que lo acusa la fiscalía. Admitió haber cogido 50.000 euros de la cuenta de un conocido para que cuadrasen los número pero que los reembolsó. Negó haberse apoderado del resto de reintegros de cuentas de particulares que se le atribuyen -hasta una decena entre 2008 y 2010- y de las cesiones de efectivo que solicitaban a otras entidades financieras. Pidió al tribunal que se investigaran estos hechos porque en aquellos años trabajaban en la oficina bancaria un director y otras personas.

La fiscalía de Ourense solicita ocho años y medio de prisión por los delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad. De las peticiones de efectivo a otros bancos se habría apoderado, presuntamente, de casi 380.000 euros que debían cedidos ir a la entidad y otros cuarenta mil euros los sacó en distintos momentos de cuentas de particulares copiando firmas y utilizando fotocopias de DNI, según la acusación pública. De las cesiones de otros bancos, el acusado aseguró que no se había quedó nada.

En el juicio declaró el contable que realizó una auditoría interna. Afirmó que el acusado había reconocido «todo» y que había eso esas operaciones para cubrir las deudas de empresas familiares. Apuntó que hay informes manuscritos en los que el acusado reconoce los hechos. Matizó que la responsabilidad del control de la oficina y de los arqueos de la caja era del director, pero que la empresa hubiera detectado igualmente las irregularidades.

También se sentaron en el banquillo de los acusados de la Audiencia el padre, H. N. F. y el hermano, R. N. P., a los que se juzga por supuesta receptación del dinero. Es una acusación particular que les pide tres años de prisión como supuestos beneficiarios de los actos de su familiar. La defensa solicitó la absolución.