Un sistema de cámaras controla la red de saneamiento de la capital

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Las inspecciones se realizan de forma continuada en toda la ciudad y no afectan al pavimento

05 ene 2018 . Actualizado a las 10:23 h.

Una cámara con circuito cerrado de televisión teledirigida y una unidad de limpieza a presión. Estos son los dos elementos necesarios para mantener la red de saneamiento de la ciudad vigilada, controlar su estado y evitar averías. De forma habitual, la empresa concesionaria del servicio del agua en la capital, Viaqua, realiza trabajos de inspección por cámara en toda la red. Lo hace de esta manera desde 1993, año en el que comenzó a prestar sus servicios en la ciudad. Antes, este trabajo era más físico y obligaba a los trabajadores a introducirse en pequeñas galerías en el subsuelo, que todavía existen, con el consiguiente riesgo.

Las inspecciones son periódicas. «El objetivo de estos trabajos es revisar el estado en el que se encuentra la tubería, si está dañada, tiene alguna fuga o perforación y saber cómo está hecha la acometida», explica Carlos Paradela, jefe de explotación de la red de Ourense. Una de las principales cualidades de este sistema es que permite saber si hay alguna filtración en la red y dónde está, sin tener que afectar al pavimento, sin levantar las aceras, y proceder seguidamente a su arreglo en el punto concreto. Se trata de un trabajo preventivo que comienza con el vallado de la zona. Seguidamente se coloca la unidad de limpieza a presión en una tubería. Este camión cuenta con una manguera que expulsa agua, que limpia la tubería, al mismo tiempo que con la cámara de televisión se va grabando el estado del colector. Esta está totalmente sellada, estanca, para que no la dañen, aunque tiene que ser revisada con asiduidad debido a la compresión a la que se ve sometida.

En el exterior, un operario de la empresa observa todo lo que la cámara graba y va comprobando, poco a poco, el estado en el que se encuentra el colector. Si ve algo raro o no muy claro, alguna fisura o rotura, lo apunta para más tarde estudiar de qué se trata, ver las posibles soluciones y proceder a su reparación. El agua sucia regresa de nuevo al camión en donde se guarda, para depurarla.

Aunque este trabajo se realiza desde hace muchos años, en la actualidad es mucho más necesario: «Ahora hay más problemas de atascos y de filtraciones. Lo que más hay son toallitas, es el problema principal. Si se mezclan con jabón y grasas se hace una masa y si la calle no tiene pendiente y las tuberías son de hormigón, mucho más porosas, se obturan», relata Carlos Paradela. Con este sistema se consigue hacer dos trabajos a la vez y no molestar a los ciudadanos.