«Mi trabajo es bonito y reconfortante»

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Álvaro Vaquero

El director de Totality Group, Juanjo Rodríguez, prepara las carrozas de los Reyes Magos

03 ene 2018 . Actualizado a las 12:52 h.

Guarda el mejor secreto de la tarde del día 5. En su imaginación han nacido y por sus manos han pasado alrededor de ochenta carrozas que ya están preparadas en diferentes puntos de la geografía gallega -entre ellos Ourense, Celanova, Xinzo, O Carballiño, Vigo, Redondela, Ribeira, Arteixo, Arzúa, o Betanzos-, para que sus majestades los Reyes Magos puedan saludar a todos los niños. Es Juanjo Rodríguez, de Totality Group, la tercera generación de maestros carroceros. Para él ha empezado la cuenta atrás. En una nave del polígono Barreiros, la magia está a punto de estallar.

-El trabajo está hecho, pero no descansará hasta que acaben todos los desfiles, ¿no?

-Ahora mismo tenemos carrozas en medio Galicia, preparadas para el día 5. Siempre es un día tremendo de muchísima ilusión. Lo que hemos hecho durante estos meses lo van a ver miles de personas en la calle. Lo vives con emoción por ver disfrutar a la gente con el trabajo que has hecho. Una vez que se acaban te desinflas, te relajas y parece que te duele todo (ríe), pero hay que empezar de nuevo. Enseguida hay que preparar el entroido. Pero mi trabajo es bonito y reconfortante.

-¿Cuándo empiezan a trabajar para la campaña navideña?

-Llevamos con la Navidad desde el mes de agosto, cuando comenzamos con el diseño de las carrozas. Algunas tenemos que hacerlas según las bases de los concursos de los concellos, con un diseño en concreto. En septiembre comienza la búsqueda de materiales y la fabricación de piezas. En noviembre se empiezan montar y a desplazarlas a los sitios en donde se van a ver y en diciembre se van acabando los trabajos.

-¿Cuántas personas trabajan en su fabricación?

-Estamos cerca de veintitrés. Cada una tiene una tarea diferente, desde administración a diseño o taller. Todo lo hacemos aquí.

-¿Son todas diferentes?

-Sí, todas. Son treinta años de andadura, desde que era pequeño. A lo largo de este tiempo fui haciendo carrozas y carrozas, no solo en Navidad, sino también para la batalla de flores o el entroido. Las temáticas son variadas. En este caso, algunas son más orientales, como las de Ourense, y otras, como el caso de Vigo, encaminadas a cuentos infantiles. Para las ciudades grandes se hacen nuevas siempre. Pero no se puede amortizar una carroza con un solo desfile. Esto quiere decir que se va aprovechando algún elemento o carroza de un sitio para otro.

-¿Qué es lo más complicado de este tipo de instalaciones?

-No es lo mismo que montar un escenario. Hay que tener en cuenta que es una decoración que va encima de plataformas móviles, carrozas que estarán por la calle rodando y expuestas a las inclemencias del tiempo. Ademas, tenemos que conocer el recorrido que harán, ya que tienen que pasar por calles estrechas o cortas... Hay que tener todo pensado. En cada sitio hay un formato de carroza diferente, tanto en anchura como en altura.

-¿Cuánto puede costar hacer una carroza?

-Es muy difícil calcular. Pueden ir desde los 12.000 euros o superar los 60.000. Por eso las carrozas a veces no las amortizas en un solo desfile.

-Después de tantos años, ¿cómo hace para ponerse al día?

-Siempre se aprenden cosas nuevas. Viajas y sales fuera para ver desfiles en otros países. Vas a Francia, Inglaterra o a países más orientales y son diferentes. Nosotros nos movemos por todos los lados y al participar en otros sitios conocemos cosas nuevas, por ejemplo diferentes tipos de construcciones. Se va aprendiendo.

-Quedan pocas empresas como la suya.

-Nací en familia de carroceros y con siete años ya andaba por los talleres en mi tiempo libre. Disfrutaba mucho de aquello. Lo importante es que pude hacer algo que me gusta, que es esto. La empresa, desde que comenzó mi abuelo, ha evolucionado mucho. Nosotros no nos quedamos en Ourense y llevamos carrozas a toda España. Somos muchas las familias que vivimos de esto. Pero en Galicia somos prácticamente los únicos. Ahora viene mi hija por detrás, con 25 años, que ya quiere iniciarse. Si no hay relevo, se muere.