Los videojuegos también discriminan

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

IAGO CORTÓN

María Isabel Doval, profesora en la Facultad de Ciencias de la Educación, coorganizó en Ourense unas jornadas sobre la desigualdad en este ámbito

30 nov 2017 . Actualizado a las 12:10 h.

«Estas jornadas en Ourense nacieron de que algunas nos atrevimos a montar, hace dos años, un congreso internacional de videojuegos y educación en Pontevedra y nos dimos cuenta de que algunos de los trabajos que se presentaban hacían referencia a las dificultades que tenían muchas jugadoras cuando querían participar en ligas profesionales. Otras también reseñaban que se sentían incómodas a la hora de jugar en la red», cuenta la docente de la Facultad de Ciencias de la Educación María Isabel Doval (Santiago de Compostela, 1972) sobre actitudes condescendientes o que las posicionaban en situación de inferioridad.

Pero, en ese congreso de hace dos años, no solo se encontraron con las lamentables actitudes hacia el género femenino entre jugadores, sino también con la representación que de él se muestra en los videojuegos. «Aparecemos de un modo totalmente distinto a como se ve a los varones. O somos princesas, o tenemos unos atributos físicos exagerados y vamos ligeras de ropa. Aparecemos, constantemente, como un trofeo que el guerrero fuerte y valiente consigue o como una persona a la que hay que proteger y rescatar», añade.

Así que ella y Alma Gómez, profesora en la Escuela Superior de Ingeniería Informática, organizaron unas jornadas para que la igualdad en los videojuegos fuese puesta a debate en el campus de Ourense. Y el resultado fue mejor de lo que pudieron imaginar. «El balance ha sido muy positivo porque hubo un montón de gente. Y no deja de ser sorprendente que se hayan acercado tantas personas hasta una ciudad como Ourense, que la verdad no está muy bien comunicada. Gente que no solo pertenece a la rama de las Ciencias Sociales, sino que también le ha interesado a estudiantes de Ciencias Medioambientales, de Humanidades o a algunos que cursan lenguas extranjeras -explica Doval- porque además hoy en día para desarrollar un videojuego se necesita un equipo de trabajo multidisciplinar y yo creo que los profesionales de todas las áreas tienen cabida en este debate».

Confiesa que esta línea de trabajo no debería quedarse en dos días de jornadas, sino que es imprescindible profundizar. «El siguiente paso es poder llegar a formar un grupo de trabajo permanente sobre estas cuestiones y poder interactuar con ligas de jugadores para que la ética y la forma de competir sea más respetuosa e igualitaria», puntualiza.

En su mesa redonda de ayer por la tarde, la docente expuso las opciones que la periodista especializada -y también jugadora- Marina Amores plantea en su blog ¡A fregar! sobre el machismo en este ámbito. «También comenté que existen ligas que en cuanto detectan una actitud de este tipo automáticamente expulsan a los participantes que llevan a cabo este tipo de conductas», comenta Doval.

Sin embargo, las dudas sobrevuelan a esta profesora -que juega de manera ocasional- cuando se le pregunta qué opina de las ligas de exclusividad femenina. «Desde el punto de vista de la pedagogía, la separación por sexos en este tipo de actividades no la veo adecuada porque me parece más inclusivo crear ligas mixtas. Pero sí es cierto que pueden llegar a funcionar como una especie de incubadora o un lugar en el que las chicas a las que les apetece jugar puedan hacerlo de forma segura», especifica. Aunque incide en que esto debe ser tan solo un paso previo a las ligas de ambos sexos. Una pequeña gran transición.

Y recomienda a los padres y adultos -en estas fechas en las que muchos se despertarán con regalos debajo del árbol de Navidad- que escojan detenidamente los videojuegos a los que jugarán sus hijos. «Que piensen, antes de comprar, si esos videojuegos son respetuosos y son inclusivos. Y que se sienten a jugar con sus hijos para observar los contenidos y conocer la herramienta. Yo intento hacerlo con mis hijos», finaliza.