A prisión por entrar sin permiso en casa de su ex sin percatarse de la cámara de videovigilancia

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

El implicado, con orden de alejamiento desde junio, fue condenado en octubre por otro incumplimiento

28 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Haberse colado de manera subrepticia en el domicilio de su expareja, en un momento en el que sospechaba que la mujer no se iba a encontrar en la vivienda, ha supuesto a un vecino de Ourense de 40 años el ingreso en prisión. No es la primera vez que incumple una medida de protección a favor de la misma persona. En esta ocasión seguramente no contaba con la existencia de una cámara de videovigilancia instalada en el interior de la vivienda. El movimiento hizo que saltara la alarma y que se activara el sistema de grabación que había dejado listo la empresa de seguridad como parte del equipamiento. Fue suficiente para documentar la infracción.

Desde el pasado 12 de junio pesaba sobre este hombre una orden de alejamiento que le prohibía expresamente estar a menos de trescientos metros de su expareja y de sus tres hijos. No podía comunicar con ellos de ninguna manera, de acuerdo con las medidas de protección dictadas entonces para frenar eventuales contactos y acabar con una situación de genérica violencia de género que la mujer se había decidido a denunciar.

O prisión o pulsera

Una vez a disposición judicial, tras haber sido identificado por la perjudicada y detenido por la policía, la fiscalía y la letrada de la víctima solicitaron el ingreso en prisión, con el fin de evitar la reiteración delictiva. De manera alternativa, para el supuesto de que se decidiera la libertad, propuso el ministerio público la imposición de medidas de control telemático, una pulsera con GPS, con el fin de que estuviera en todo momento controlado. No fue necesario, pues la jueza optó por la prisión provisional.

El implicado en este caso ya había sido condenado por quebrantamiento de condena por sentencia del pasado 20 de octubre de un juzgado de lo penal de Ourense, sin que hubieran pasado ni tres semanas cuando ocurrieron los hechos.

El auto de ingreso en prisión recoge no solo la existencia de motivos suficientes para imputar al detenido un hecho delictivo con previsión de condena de seis meses a un año de prisión, sino la valoración de riesgo que la policía califica como «extremo». Las imágenes de la cámara de videovigilancia son clarificadoras. La defensa del detenido considera que existen serias dudas sobre su identidad, pero la víctima declaró que no alberga «duda alguna» sobre la identidad del intruso.

A cambiar un enchufe

Con la salvedad de que, además, el implicado admitió su entrada reciente en el domicilio de la mujer -pedido por ella- para arreglar un enchufe, lo cual supondría un incumplimiento del mandato judicial, sin que el investigado acredite lo alegado ni aporte elementos de juicio creíble en su descargo. La defensa resalta, por otra parte, que no se desprende de lo actuado ni episodios de agresión física ni peligro para su integridad.