Un ingeniero loco por el fútbol gaélico

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

cedida

Javier Feijoo eligió Belfast para poder dar el salto al mundo laboral, imposible aquí

13 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Javier Feijoo (Ourense, 1989) estudió Ingeniería de Obras Públicas en Lugo, un máster en gestión de la tierra y el máster de profesorado. Vamos, que se preparó... para emigrar. Tras ocho años formándose, sentía que necesitaba un cambio, que quería trabajar. Seguir entre libros para opositar no entraba en sus planes. «Pero o mercado laboral en Galicia para un enxeñeiro civil era por aquel entón limitado. En xeral, debido á crise, era limitado para todos», recuerda. Así que animado por un amigo que llevaba dos años trabajando en una consultoría en Belfast, puso rumbo a Irlanda del Norte. Una visita de una semana le sirvió para tenerlo claro. «Decidín buscar aquí o que nin os gobernantes nin os empresarios do meu país eran capaces de ofrecer aos mozos: un traballo co que poder continuar aprendendo, sentirse realizado e cunhas condicións dignas, ou polo menos non insultantes», cuenta.

Era septiembre de 2015 cuando llegó a la ciudad con una oferta de tres meses de prácticas en la misma empresa en la que estaba su amigo. Dos meses más tarde tenía un contrato indefinido en la misma firma, en la que sigue trabajando a día de hoy. «Na empresa aprendo cada día, e danme a posibilidade de desenvolver a miña carreira profesional», destaca.

Así visto parece que todo fue muy fácil. Pero tampoco fue precisamente así. «O idioma foi o que máis retrasou a miña adaptación», dice Feijoo. Reconoce que nunca fue especialmente bueno para los idiomas, y el acento de Belfast no es el más fácil para un principiante. Ayudó, como casi siempre, el fútbol; aunque no las típicas conversaciones del Real Madrid o el Barça, sino el fútbol gaélico. Era un deporte que Feijoo ya había practicado en Lugo -militó en el Torques de Lugoslavia- así que cuando llegó a Irlanda del Norte no se lo pensó. «Non puiden deixar pasar a oportunidade de aproveitar esta conexión», dice. Comenzó a jugar en Séan Uí Mhistéil, un equipo pequeño de un barrio al oeste de la ciudad llamado Poleglass. «Non somos moi bos, nin temos demasiado éxito, e posiblemente non o teremos a curto ou medio prazo, pero para min é unha grande oportunidade de inmersión cultural, aprender inglés e , sobre todo, coñecer xente local», señala. Además, cuenta que en la oficina es un tema de conversación «anecdótico e divertido».

No está solo el idioma. También la morriña. «Bótase de menos á familia, aos amigos, as pequenas cousas do día a día no país...», reconoce. Habla también de la comida, que no es como la de aquí, y hace hincapié en que echa de menos el pescado. ¡Y el verano! El clima no es muy diferente al gallego, con inviernos en los que llueve, hace frío y ventea... pero los veranos son prácticamente iguales, sin subir de los 20 grados. Y con todo, al momento apostilla: «pero todo o que preciso neste momento da miña vida atópoo aquí». Es por eso que ni a corto ni a medio plazo se plantea volver.

«Nalgún momento terei que volver, pero os anos pasarán, seguirán sen pornos sinxela a volta, e seguiremos botando raíces nos países nos que vivimos», dice. ¿Y después? «Non teño tan segura cal será a miña elección se chega o tempo de tomar a decisión».

Las pocas ganas de volver se le notan cuando dice que en Belfast está «extremadamente cómodo». Dice que el carácter de la gente ayuda. «Aos irlandeses gústalles beber, cantar e bailar, basicamente o que lle gusta á meirande parte da xente. Aínda que non os definiría como amables, son extremadamente abertos, polo que resulta moi sinxelo comezar calquera tipo de conversación con eles», dice. Eso ayuda cuando eres un recién llegado, apunta.

 

en Belfast (irlanda del norte)

Javier Feijoo eligió Belfast para instalarse tras una semana de visita allí. Dice que la ciudad no es bonita, pero que lo compensa con un gran ambiente. «Ten dúas universidades e a poboación é moi nova. Ademais, por ser unha das grandes capitais do Reino Unido, hai gran cantidade de eventos», dice. Y eso, resalta, sin olvidar que fue el epicentro de uno de los conflictos más relevantes en la historia reciente de Europa.

Entre Xinzo y la capital.

trayectoria vital

Entre Xinzo y la capital. Javier Feijoo Cortizo nació en Ourense, aunque se crió entre la ciudad y Xinzo de Limia, de donde es su padre. En As Burgas cursó primaria y secundaria antes de decidirse por el campus de Lugo de la Universidade de Santiago de Compostela. Allí curso primero la Ingeniería de Obras Públicas, para después continuar formándose con un máster de gestión de la tierra y seguir más tarde con el máster de profesorado. Y llegados a ese punto, ante la falta de oportunidades laborales en el sector, pocas alternativas le quedaban más allá que la de seguir estudiando, esta vez como opositor aspirante a trabajar en Educación, como él mismo cuenta. Pero el cuerpo le iba pidiendo otra cosa, así que decidió emprender el camino de la emigración. Cómodo en su nuevo destino y con su nueva vida, no se plantea una fecha para volver a Galicia, aunque da por hecho que lo hará en algún momento... aunque dependerá de si echa raíces allí, apostilla.