Imposible estar de acuerdo

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE CIUDAD

29 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Seguro que tienen algún amigo -o algún cuñado, a lo mejor- que siempre tiene algo que decir. Y no me refiero a una historia que comentar o a una opinión que dar. Me refiero a esos que siempre le tienen que poner el punto final a la conversación, que siempre afilan una apostilla para zanjar un debate y que, generalmente, son incapaces de estar simplemente de acuerdo con algo y mucho menos si eso les obliga a quedarse callados. Obviamente, no seré yo quien diga que hay que taparle la boca a los cuñados del mundo. Pero hay que reconocer que a veces resultan agotadores, de tanto buscar el contrapunto; de tanto llevar la contraria; de tanto, en definitiva, dar por saco.

Esta semana contábamos en La Voz que los niños del colegio de Cea habían participado en una marcha silenciosa contra los incendios forestales. Allí iban ellos, con sus camisetas naranja y todo la vida por delante, diciendo sin pronunciar una palabra que no quieren más fuegos, que quieren un Ourense brillante, como sus sonrisas. La noticia generó algún comentario en las redes sociales que comparaba la iniciativa del colegio, un centro muy activo y que desarrolla iniciativas educativas muy interesantes, con el adoctrinamiento en las escuelas de Cataluña. Qué triste es pensar que a los pequeños se les adoctrina cuando simplemente se les está generando una conciencia medioambiental y social que les vendrá muy bien para hacerlo mejor de lo que lo estamos haciendo nosotros ahora. Cómo eres cuñado.

Una reacción parecida, por lo desproporcionada que me pareció, fue la de la marea después de que el Concello de Ourense anunciase ventajas fiscales a las empresas que se instalen -y, ojo, creen empleo- en el municipio. Desde Ourense en Común lamentaron la noticia porque, aseguran, el concello queda «aberto ao expolio en mans de grandes empresa e en mans da economía especulativa». ¿De verdad? ¿No era que Ourense necesita empleo -y eso, señores, lo crean las empresas- para no morirse del todo? Lo que tú digas, cuñado.