El acusado de atentar contra Jácome por tirarle un huevo dejó pasar la ocasión de justificarse

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

No asistió a la vista al pedir la fiscalía solo dos años de prisión

06 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta vez fue en la Audiencia Provincial. El pasado 4 de abril se había celebrado en el Juzgado de lo Penal 2 la vista oral por la agresión sufrida el 10 de abril del 2015 por el portavoz de Democracia Ourensana, Gonzalo Jácome. Y aunque la fiscalía pedía, igual entonces como ahora, una pena de dos años de prisión, como quiera que la posibilidad de condena prevista por el Código Penal podía ser superior a esos dos años, la jueza devolvió el asunto para que fuese enviado a la Audiencia. Ayer se celebró la nueva vista, que, en realidad, fue casi una repetición de la anterior, incluida la ausencia del acusado, Roberto Carlos G. G., que tampoco se presentó a la cita, con lo cual no llegó a ofrecer una explicación que reforzara la línea de defensa que hizo su abogada. Al ser la petición de condena inferior a dos años, la vista se podía celebrar sin que su presencia fuera legalmente necesaria.

El concejal sostiene que recibió un «puñetazo tremendo» del acusado, que se dirigió a él para reprocharle sus intervenciones críticas con la concesión de subvenciones a la banda de música de Ourense. Recibió también el impacto de un huevo. Había pleno municipal. Ocurrió el suceso en la praza Maior. El agresor -«lo trajeron de Pontevedra», enfatizó el concejal- escapó a la carrera. Jácome salió tras él y lo alcanzó en la Alameda. La defensa mantiene, en este punto, que el acusado se detuvo y pidió disculpas al concejal, por lo que invoca el arrepentimiento espontáneo para apoyar su petición de libre absolución. Como quiera que el agresor reside en Oia, su abogada sostiene que no conocía su condición de concejal, por lo que no debería ser condenado por atentado, sino por un delito leve de lesiones.

La declaración como testigo del líder de DO, contrariamente, resalta que el acusado le indicó que aquello era por sus críticas a la banda, que se estaba pasando. «Ahí te queda eso, para que aprendas», afirma el edil que dijo el agresor tras el golpe.

El concejal, una vez terminada su declaración como testigo, optó por quedarse en la sala de vistas. El asiento reservado para los acusados estaba vacío. Y Gonzalo Jácome se sentó en él unos instantes, hasta que fue advertido, entre sonrisas de los asistentes, de que el lugar reservado para el público no era aquel precisamente, sino los asientos situados más atrás. Y cambió de banco.