La Guardia Civil niega los detalles de un accidente del 2012 por el que un conductor ya fue indemnizado

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La fiscalía y una compañía de seguros acusan de estafa a madre e hijo, titular y conductor del turismo implicado

28 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos años y medio después de que la Audiencia de Ourense hubiera confirmado una sentencia que daba la razón a la dueña de un coche, que reclamaba la indemnización por un accidente de tráfico que su compañía de seguros no creía, la mujer y su hijo -en tanto conductor efectivo del coche- compartieron ayer banquillo acusados de estafa no solo por la aseguradora sino también por la fiscalía. El sorprendente cuadro se completa con una investigación de la Guardia Civil, que, a petición de un juzgado de instrucción de Ourense, sustenta la imputación, en tanto que no ven «concordancia» entre la versión del accidente que ofrece el conductor y las conclusiones a las que han llegado un especialista del área del departamento de atestados y dos el área de investigación (GIAT). En la declaración que ayer prestaron en la vista del caso en la Audiencia fueron rotundos al negar verosimilitud a la versión del accidente ofrecida por el conducir. Su trabajo, según aclararon, consistió en revisar toda la documentación existente y tomar declaración a testigos, entre ellos el conductor de la grúa que retiró el turismo y no apreció huellas, ni restos de piezas o líquidos del coche, en el lugar del siniestro. Los daños que presentaba el coche, en un lateral, en los bajos y en frontal «no encajan», afirmaron los especialistas, con la versión del acusado, que fue en su momento aceptada en la reclamación en el ámbito civil.

El accidente había ocurrido el día 8 de enero del 2012 en la N-525 a su paso por el municipio de Taboadela. La aseguradora y su perito no creyeron que hubiera ocurrido el suceso como decía el conductor, pero, al haber sido retirado el coche con celeridad y sin intervención de la Guardia Civil de Tráfico, a los particulares les dio la razón la justicia y cobraron alrededor de 10.000 euros.

Ahora, Rolindes y Alejandro C. A. se enfrentan a peticiones de condena de dos años de cárcel por estafa y a la devolución del dinero que la aseguradora desembolsó en el año 2015.

Reprenden por falta de precisión al perito de la defensa

La defensa sostiene que la Guardia Civil ha hecho sus informes partiendo del error de tomar como referencia un lugar que no es el del accidente. Su perito hizo referencia, entre otras cosas, a que aquella noche llovía y por ello era normal que no quedaran en la vía restos o aceite del turismo. La documentación incorporada a la causa indica, contrariamente, que simplemente estaba nublado, por lo que el presidente, Antonio Piña, lo reprendió: «Llevo muy mal que un perito no sea preciso».