El centro de parques naturales, en un callejón sin salida tras un lustro

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Sin avances sobre el futuro de la mole de hormigón que afea las riberas del Miño

04 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Como un mal necesario. Así parece haber asumido la sociedad ourensana la mole de hormigón que desde hace más de un lustro afea las riberas del Miño, el corazón turístico y termal de la ciudad de Ourense. Desde el año 2012 no se mueve ni una piedra en el conocido como centro de interpretación de parques naturales. Un ambicioso proyecto diseñado en tiempos del bipartito en la Xunta y que tenía al entonces conselleiro de Medio Ambiente, Pachi Vázquez, como padrino. La inversión prevista era de siete millones de euros. Se llegaron a gastar, antes de que se consumiera el plazo y se paralizaran los trabajos, más de dos millones de euros. Apenas el dinero suficiente para levantar la estructura, que ahora se ha convertido en una mole de hormigón llena de maleza y pintadas que se convierte en una postal inesperada para los cientos de turistas que a diario visitan la zona.

Tan asumida se encuentra este ejemplo de feísmo y de despilfarro de fondos públicos que hace ya tiempo que ni tan siquiera asoma en la agenda política. La última vez que fue motivo de debate en el Concello de Ourense fue hace ya más de un año. En una junta de portavoces para debatir los pasos a seguir se dejó constancia de las dificultades para encontrar una solución. Se pusieron dos sobre la mesa: levantar un muro perimetral para recibir el visto bueno de la CHMS al encontrarse la infraestructura en zona inundable o directamente derribar lo construido. Y, más de un año después, en ese punto continúa el debate y a la espera de que gobierno y oposición tomen una decisión definitiva. Fuentes municipales aseguraron a La Voz que en los últimos tiempos no se ha producido ningún avance para desbloquear la situación.

Un informe de la Xunta

Al margen del ruido político y de los reproches entre los diferentes grupos políticos, el último documento que arroja algo de luz sobre la situación de la infraestructura en las riberas del Miño llegó desde la Xunta. Un informe elaborado por la directora xeral de Conservación da Natureza detallaba la necesidad de construir ese sobremuro, lo que explicaba supondría un «notable incremento do custo da obra iniciada». Sobre la inversión que se llevaba realizado en la zona la fijaba en 2,2 millones de un total de siete millones que debían llegar desde fondos europeos.

En caso de seguir adelante con la actuación, gobierno y oposición también se mostraban distantes a la hora de seguir con el modelo inicial o buscar otros usos distintos al previsto.

Ambiciosos proyectos que no arrancan: de la ronda bulevar a varios hoteles

Desde que Ourense descubrió las riberas del Miño y su potencial termal, esta zona de la ciudad se ha convertido en objeto de deseo para el desarrollo de ambiciosos proyectos urbanísticos. Sin embargo, el contexto económico de crisis en el sector del ladrillo y la parálisis provocada por la caída del PXOM hacen que, de momento, todas esas buenas intenciones plasmadas sobre el papel y las maquetas no se hayan transformado en realidades. Entre esas ambiciosas actuaciones se encuentra la ronda bulevar, que pasa por convertir el tramo más urbano de la N-120 en la zona de Quintela en un paseo de acceso a la zona termal, con zonas verdes y plazas de aparcamiento. Se trata del único proyecto que, aunque en una fase muy inicial, se encuentra en fase de tramitación.

El desarrollo urbanístico previsto para las riberas del Miño y que se encuentra en el limbo a la espera de tiempos mejores incluía la construcción de un gran centro lúdico, con área comercial y espacio de exposiciones en los terrenos que actualmente ocupa el matadero municipal. Este se trasladaría a Santa Cruz de Arrabaldo. En ese ámbito también había previstos hasta tres hoteles, de diferentes tamaños para completar la oferta hotelera destinada al termalismo.

Movimiento de tierras

En A Chavasqueira estaban contempladas dos torres de edificios, una de ellos con uso hotelero. De momento, lo único que se ha realizado es el movimiento de tierras, aunque más por razones de seguridad que por una intención real de ejecución de los trabajos.