Vitíligo sin complejos y al desnudo

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Álvaro Vaquero

Un sevillano busca concienciar sobre una enfermedad que cada vez afecta a más personas en todo el mundo

20 ago 2017 . Actualizado a las 12:48 h.

Desde los seis años a Jesús María Romero Domínguez (Sevilla, 1977) le salen manchas en la piel debido a una enfermedad que afecta al 2 % de la población mundial, según estima la OMS. Y aunque reconoce que él nunca se ha sentido acomplejado, es consciente de que hay muchas personas que sufren depresión y que en ocasiones han llegado a quitarse la vida. «A partir de 2001 empecé a meterme en Internet, porque es una fuente de información y comunicación, para ver lo que la gente decía sobre el vitíligo y me di cuenta de que cada vez había más gente», cuenta. «Complejos, baja autoestima, depresiones y alguno confesaba incluso intentos de suicidio», explica sobre las consecuencias de la enfermedad que hacían que la gente se adhiriese a los foros para preguntar o compartir experiencias. «Muchos reducen su vida social a nada o a casi nada y se esconden en casa, además no se sabe qué genera esta enfermedad, por eso es más complicado conseguir un tratamiento», relata.

En su caso no ha avanzado mucho, pero está comprobado que puede aparecer tras épocas de ansiedad o que puede aumentar en cuanto a extensión. «El estrés cambia el sistema nervioso», añade y afirma que hay cierta carga genética hereditaria. Así que ha decidido normalizarlo realizando una serie de sesiones fotográficas al desnudo y sin complejos. Aunque algunos, en pleno 2017, le gritan o le insultan. «Un modelo masculino de desnudo llama más la atención que uno femenino. Que las mujeres se desnuden es más común y la gente no reacciona igual, pero yo voy con la ley en la mano siendo consciente de lo que se puede y no se puede hacer. El artículo 185 del Código Penal me ampara de no cometer delito de exhibicionismo al tratarse de un desnudo artístico sin connotación sexual de ningún tipo», se defiende. Pero durante la sesión preparada en las termas de A Chavasqueira, y para la que contaba con permiso del Concello y la Policía Local, más de uno alzó la voz para protestar, sin atender a razones de proyectos solidarios. «En las ciudades grandes y más cosmopolitas no se extrañan tanto pero en lugares más pequeños algunos se molestan e insultan y algunos padres que van con niños te preguntan que si no te da vergüenza», añade.

Ourense ha sido la segunda ciudad en la que se ha quitado la ropa para el proyecto -la primera fue Sevilla, en el 2013, donde hicieron una sesión en el metro y en la mítica Plaza de España-. En septiembre le espera Valencia, donde un fotógrafo ya ha contactado con él. «Me gustaría poder llevar el proyecto fuera de España también, pero necesito financiarme, así que haré una página de micromecenazgo. Mi intención es llegar lo más lejos posible porque los enfermos de vitíligo no somos muchos en proporción a otras enfermedades, pero cada vez somos más», finaliza.

El fotógrafo con el que ha trabajado en esta ocasión es el ourensano Víctor Iglesias y en el día de hoy todavía recorrerán la Plaza Mayor, a las 07.00 horas, el casco antiguo, entre las 08.00 y las 11.00 horas, y el Puente del Milenio, de 16.00 a 17.00 horas.