Comisiones

Fina Ulloa
Fina Ulloa RECANTO

OURENSE CIUDAD

16 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las hay gastronómicas, patronales e, incluso, las que aúnan los dos estilos. Si algo tenemos en Ourense en julio y agosto son jolgorios festeiros. No creo que haya ningún concello, de los 92 que somos, que pase estos dos meses sin una celebración popular en su territorio municipal. Detrás de la mayoría -otras son organizadas desde los entes municipales echando mano del personal y de las arcas públicas- están los propios vecinos. Personas que pasan meses peleando y regateando con las empresas del gremio para conseguir la mejor orquesta que se puedan permitir, o el mayor número de grupos de animación musical, o de atracciones... Y luego, inasequibles al desaliento, pasan semanas cubriendo cientos de kilómetros a pie, recorriendo casa por casa, visitando comercios, negocios e instituciones, a la búsqueda de los dineros necesarios para cubrir el coste. Una búsqueda que, a menudo, les reporta críticas por quienes no considera a su gusto el menú lúdico. O malas contestaciones de los que, sin haber nunca arrimado el hombro en la organización, argumentan aquello de «si no sacasen algo, no se meterían». Una excusa para el racaneo demasiado extendida que sirve para dos cosas: limpiar la propia conciencia insolidaria, y minar la moral a los integrantes de las comisiones. Los más sensibles abandonan tras la primera experiencia. Otros aguantan más, pero casos hay de pueblos en los que, desaparecidos por cansancio o cabreo esos veteranos que las mantuvieron, se han quedado sin más fiesta que la visita del cura para oficiar en la pequeña iglesia algo distinto a los entierros habituales.