La firma dirgida por Pilar Pérez, que empezó en Ourense hace dos años, abrirá su próxima tienda en Vigo
28 jul 2017 . Actualizado a las 18:46 h.La próxima semana la marca N de Nube abrirá, si las obras del local terminan según lo previsto, su cuarta tienda. El lugar escogido es Vigo, pero todo empezó en Ourense hace dos años.
-¿Cómo surgió N de Nube?
-Nosotros cogimos unos locales que quedaron libres en un traspaso. El primero fue aquí, en Ourense, y luego fuimos ampliando con Salamanca y con Lugo. En pocos días vamos a abrir la cuarta en Vigo, en la calle Gran Vía. Y la verdad es que, como cerraron tantas tiendas de ropa, había mucha gente del negocio muy válida que se había quedado sin trabajo. Gente que llevaba muchos años en esto y nos enseñaron cómo se hace todo en el textil. Además les estoy muy agradecida porque siento que tienen muy buena predisposición y que sin ellos yo no habría podido sacar todo esto adelante. Es muy importante para mí destacar el papel que jugaron en toda esta historia. Porque nosotros no habíamos trabajado en este sector antes.
-¿Y cómo fueron los comienzos, hace dos años?
-Pues con muchos nervios. Yo recuerdo que al principio me quedé mirando desde la calle a ver si entraba gente y qué tipo de personas entraban. Pero después ya me tranquilicé porque fue como un efecto llamada. Parece que a la gente le cuesta dar oportunidad a algo nuevo, pero después de que entrase la primera persona, entraron otras.
-¿Quiénes están detrás de la marca?
-Mi marido, Juan Pablo González, yo y todo el personal que trabaja con nosotros, del cual el ochenta por ciento es gallego. Tanto en tiendas como en taller, la mayoría somos de aquí, exceptuando el personal de Salamanca.
-¿En qué se inspiran para sus colecciones?
-Intentamos estar al tanto de las tendencias. E intentamos no encasillarnos. A lo mejor nos gusta mucho un tejido para un determinado vestido pero no para una camiseta o viceversa. Hacemos colecciones pequeñas y si vemos que algún diseño se está vendiendo mucho a lo mejor ampliamos haciéndole algún cambio. Un vestido que se haya vendido bien a veces nos sirve para hacer un modelo parecido pero con pequeños añadidos como unas manguitas o cambiarle el escote. Vamos probando mucho sobre la marcha y según lo que la gente va comprando.
-¿Cómo buscan diferenciarse de otras marcas?
-Pues queremos aportar ropa al mercado que sea asequible, para vestir en el día a día y para mujeres trabajadoras de unos treinta años de edad. Aunque también es cierto que últimamente entran muchas chicas de veinte años o menos porque les gustan algunas prendas. Al tener producciones muy pequeñas, al contrario de lo que sucede con las grandes cadenas, podemos ofrecer una exclusividad que otras empresas textiles no pueden. Eso también nos diferencia. Y se nota por ejemplo en la gente que viene de fuera. Están siendo unas buenas rebajas, tenemos la suerte de que en Galicia hay mucho turismo en esta época y aprovechan para hacer compras en tiendas locales que luego no tienen en sus ciudades o en sus países.
-¿Cómo hacen para organizar el trabajo en las tres tiendas?
-Pues yo suelo estar quince días en casa y los otros quince viajando. Sobre todo por las producciones, los escaparates y el personal. Mi marido se encarga más de la parte administrativa y la verdad es que yo lo agradezco porque no se me dan muy bien los números y así nos repartimos el trabajo.
-¿Fabrican solo en España o también en el exterior?
-El grueso lo hacemos entre España y Portugal, aunque ahora estamos probando en China también. Pero casi todo está fabricado en Europa y la mayoría en España.