Ourense destinará 735.000 euros a crear el primer parque totalmente inclusivo de Galicia

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Álvaro Vaquero

Ocupará toda la zona verde de la Alameda do Cruceiro y tendrá cuatro áreas de ocio diferenciadas

14 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El actual parque de la Alameda do Cruceiro se convertirá en una zona lúdica en la que puedan disfrutar por igual los niños, los adultos y las personas mayores. Ese es el objetivo del plan de rehabilitación para el que la Junta de Gobierno aprobó ayer el expediente de contratación en el que se cifra la inversión necesaria en 735.000 euros, de los que 18.000 se reservan para la redacción del proyecto y el resto para la obra en sí, que la empresa tendrá que ejecutar en un plazo de 4 meses desde su adjudicación. El nuevo parque, que según el alcalde, Jesús Vázquez, será el primero completamente inclusivo de Galicia, eliminará todas las barreras físicas abriendo este espacio entre las calles Concello y Progreso.

La actual zona infantil se demolerá completamente para crear una superficie más amplia en la que se incorporan juegos accesibles también para niños en silla de ruedas. En esa misma parte superior arrancará hacia la parte baja, cruzando el espacio durante 40 metros, una tirolina doble con suelo de pradería y delimitada por dos filas de árboles con el objetivo de que quienes la usen tengan la sensación de estar en una superficie forestal. En la parte baja de esa zona habrá un espacio de juegos con cuerdas con cabida para ocho niños. Los pequeños, hasta 12 años, podrán también disfrutar de una zona en la que el agua es la protagonista. Tendrá una superficie de 162 metros cuadrados, también completamente accesibles para los que tengan limitaciones de movilidad, en los que se distribuyen géiser, chorros, cañones y arcos. En aquellas épocas del año en las que esta actividad sea poco apetecible, el mismo circuito se convertirá en una fuente nocturna con iluminación artística. En el parque habrá también un espacio reservado para los juegos tradicionales -truco, trompo, chapas, además de tizas para pintar el suelo- que pretende ser también un atractivo para los adultos y un lugar para el disfrute intergeneracional.