Susana Díaz pide «unir a la familia» en tierra de hostilidades

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

santi m. amil

La candidata a liderar el PSOE pasó como un huracán por Ourense, arropada por el pachismo

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Esta familia hay que unirla. Lo primero que tenemos que hacer es reforzar la fraternidad y hablar bien los unos de los otros. Vamos a amar al PSOE». Estas fueron unas de las primeras palabras de Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía y candidata a liderar el PSOE en España. No se intuía en sus afirmaciones ningún tipo de mensaje subliminal hacia las liortas internas que desde hace años dominan el socialismo ourensano, pero no faltaron los gestos cómplices o los codazos entre más de un comensal de los 350 que se congregaron en la sede de Aixiña.

La comida mitin de Susana Díaz llenó. Y lo hizo porque el pachismo sacó músculo. Encabezados por el propio exsecretario general del PSOE gallego, Pachi Vázquez, que se sentó en la mesa presidencial. No faltó tampoco la cúpula provincial con Raúl Fernández y María Quintas al frente de la comitiva.

Entre los cargos que se dejaron ver por Aixiña estaban, entre otros, Francisco Fraga (portavoz del PSOE en la Diputación) o los alcaldes de O Carballiño, Amoeiro o Castro Caldelas. Fue, precisamente, Sara Inés Vega, una de las que teloneó a Susana Díaz, al igual que lo hizo Óscar Pérez, presidente de la plataforma Ourense con Susana. Ni rastro de la cúpula local a la que es fácil imaginar más cómoda en un acto de apoyo que se celebró unas horas antes en As Burgas.

En su discurso, Susana Díaz tiró de emociones. No dudó en dirigirse a los más veteranos y asegurarles que estaba dispuesta a liderar al partido de siempre. Tampoco faltaron las referencias a su origen humilde. «Quiero ser la primera presidenta del gobierno de este país y solo un partido como el PSOE puede permitir serlo a la hija de un humilde fontanero», aseguró.

En su largo discurso tras la comida abundaron las críticas a PP y Podemos en clave nacional. Los aplausos -y alguna lágrima- resonaron en la sala en su traca final: «Solo puedo prometer que voy a actuar como una buena socialista. Yo defiendo el PSOE de toda la vida, el que no se va a entregar a nadie. ¡Levantemos el PSOE para levantar España», concluyó. Luego llegaron los selfies, los besos, los abrazos. Se fue de Ourense rumbo a Lugo, aseguró, agotada.

Emotivo regalo

El alcalde de Amoeiro, Rafael Rodríguez, hizo entrega a Susana Díaz de una copia de la acta de la boda que los padres de Pablo Iglesias Posse celebraron en la parroquia de A Trinidade.