El CHUO oferta tatuaje terapéutico para los pacientes de cáncer de mama

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

CEDIDA

El dibujo de la aureola y el pezón completa la reconstrucción del pecho

09 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando a un paciente le diagnostican un cáncer de mama lo primero es extirparlo y que se cure. De eso no hay duda. Pero después, sobre todo en el caso de las mujeres, está el componente psicológico de verse sin un pecho en el caso de las que sufren una amputación. Hay reconstrucciones, pero las técnicas que había hasta ahora en la sanidad pública -el injerto de un trozo de piel de otra parte del cuerpo o la micropigmentación- no eran del todo efectivas porque difícilmente se conseguía igualar el color con el otro seno (en el caso de aquellos pacientes donde la enfermedad solo afectaba a uno) y además, este iba perdiendo color hasta quedar prácticamente blanco. Hasta ahora. En el CHUO acaban de incluir el tatuaje terapéutico como última fase para completar el tratamiento de reconstrucción mamaria.

«Nos faltaba completar lo que habíamos hecho, en las intervenciones de reconstrucción esto es la guinda del pastel. Es ofertarle a la mujer recuperar la imagen corporal que tenía antes del tumor», explica María Redondo, cirujana de la Unidad Funcional de Mama. Es un proceso sencillo, de corta duración, que se realiza de manera ambulatoria en una sala quirúrgica. Además, es, según Manuel García, jefe del servicio de Cirugía del CHUO, «prácticamente indoloro» gracias al empleo de una anestésico tópico. Para el tatuaje se utilizan tintas permanentes, con plenas garantías sanitarias. Y en tres dimensiones. «La sensación es curiosa porque la impresión es que estás viendo un pezón. A la visión se ve protrusión -señala Redondo-. Francamente, es muy gratificante, para nosotros y para las pacientes».

Más de un centenar de mujeres serán tratadas en breve

En la Unidad Funcional de Mama del CHUO están preparando la lista de espera con las pacientes mastectomizadas que quieren un tatuaje terapéutico. «Tenemos una lista importante, pasamos de ciento y pico mujeres», explica María Redondo, cirujana del servicio. Pero está segura de que serán muchas más. «Algunas dicen que no, que están bien y que ya tienen la mama; pero estoy segura de que cuando vean el resultado, muchas van a quererlo también», señala.

Desde el servicio estiman que la técnica será de utilidad para una media de entre 20 y 30 pacientes al año. Porque anualmente se diagnostican unos 200 casos de cáncer de pecho en Ourense, que cada vez más son detectados en un estadio inicial. En la mayoría de los casos la respuesta quirúrgica es conservadora. Cuando es precisa la realización de una mastectomía, en el 40% de los casos se reconstruye la mama en el mismo acto quirúrgico.