Dos años de prisión y sin carné por un accidente del 2010 con un muerto

La Voz OURENSE / LA VOZ

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El conductor, que dio positivo en alcohol, volvía a casa con seis amigos de madrugada

03 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con una condena a dos años de prisión y la privación del permiso de conducir durante dos años quedaron ayer liquidadas, en el Juzgado de lo Penal número 2 de Ourense, las responsabilidades penales para el conductor de un turismo que sufrió un accidente del tráfico en el que uno de los ocupantes falleció y otro sufrió lesiones que le dejaron graves secuelas, mientras que el efecto en los otros cuatro fue desigual. Se había puesto al volante del coche pese a que el exceso de alcohol consumido mermaba sus facultades.

En el A-6 que conducía Eduardo B. F., entonces con 22 años, iban siete personas. Él y seis más. Todos jóvenes. Regresaban a casa y pasadas las seis de la madrugada del 14 de agosto del 2010 sufrieron un fatal accidente. Casi cuatro horas después del siniestro, el conductor fue sometido a la prueba de alcoholemia y dio como resulta 0,40 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, lo cual permite estimar que la tasa real en el momento del suceso era de 0,67 miligramos, según detalla el escrito de acusación de la Fiscalía al cual prestó conformidad el imputado.

El caso llegó a juicio ayer. Siendo el suceso del año 2010, la representante del ministerio público reconoció que al caso se le debía aplicar la atenuante de dilaciones indebidas y ello facilitó la rebaja de la petición de condena y que el acusado se conformara con la pena. El castigo, como autor confeso de un delito de homicidio imprudente y tres más de lesiones, también por imprudencia, le ha quedado en dos años de prisión y dos años de privación del permiso de conducir.

El accidente había ocurrido cuando el coche, con los siete ocupantes, circulaba por la carretera de Gulpiñeiras, entre O Barco y Vilanova. El entonces chófer y ayer acusado, «bajo la influencia de una intoxicación etílica contraída con anterioridad, que le impedía la conducción en las debidas condiciones de seguridad, debido a la merma de reflejos que le producía», perdió el control del turismo de su hermano y se salió de la calzada.

Viña y desnivel

Atravesó más de sesenta metros de viñedo y acabó sobre la N-120 tras caer por un terraplén de más de ocho metros de altura. Se estrelló contra la calzada y a continuación volcó.

A causa del siniestro había perdido la vida uno de los amigos del acusado, Rodrigo T. G, entonces con 21 años, que viajaba en los asientos traseros del A-6. Otro de los ocupantes, Eduardo R. M., había sufrido lesiones de gravedad y le han quedado secuelas importantes que determinan una incapacitación total. Nair N. N. y Daniel R. T. también sufrieron lesiones que precisaron hospitalización, de la que también arrastran secuelas.

Los otros dos ocupantes del turismo renunciaron a cualquier indemnización que les pudiera corresponder, sin que tampoco se hubiera valorado el daño sufrido en la viña por el paso del coche hasta de caer por el desnivel.

La condena para el acusado es sustancialmente inferior a la petición inicial de la fiscalía, que proponía cuatro años de prisión -que en la mayoría de los casos acarrea la cárcel efectiva- y la privación del derecho a conducir durante seis años. La atenuante de dilaciones indebidos, por el retraso con el que se ha celebrado el juicio, facilitó al rebaja de la solicitud de pena y aceptación por el acusado, al ver suspendido el ingreso en la prisión.

Las indemnizaciones más altas corresponden al herido más grave

Aunque las cifras finales dependerán de ajustes, reducciones e intereses legales, la conformidad incluye indemnizaciones por importe de 188.000 euros para el herido más grave, que arrastra secuelas y una repercusión en la esfera personal y profesional superior al 55 %, de acuerdo con el escrito del ministerio fiscal al cual prestó conformidad el acusado. Por lo que se refiere al fallecido, que era hijo único, el resarcimiento para su familia será de 145.000 euros. En cuanto a los otros ocupantes que sufrieron lesiones de menor gravedad, en un caso se han valorado en 49.000 euros y en el otro quedan por debajo de los 16.000 euros. La aseguradora Mapfre, según detallaba la fiscal en su escrito, consignó más de 160.000 euros para hacer frente a las responsabilidades.