775 universitarios abandonan la carrera en el curso que empiezan

maría. J. Fuente / M. Vázquez / c. barral REDACCIÓN / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Los grados de ingeniería son los que registran más renuncias

14 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aguantar el tirón universitario no es fácil, como demuestra el hecho de que una media del 20 % de los alumnos de primero (775) abandonen los estudios de grado a lo largo del curso en la Universidad de Vigo. La cifra es mucho más benévola cuando se trata de los másteres. En ese caso se queda en el 3,29 %, lo que reduce la media de abandono de la Universidad de Vigo al 15,5 %, y la sitúa en torno a la media gallega (15,7 %) y por debajo de la nacional (19,4 %).

Las ingenierías se llevan la palma y dentro de ellas, Minas y Telecomunicaciones son dos de las que más sufren la desbandada. Esta circunstancia se ha achacado tradicionalmente a la dureza de este tipo de carreras y al hecho de que en muchas ocasiones no cumplan con las expectativas creadas. Un número elevado de alumnos, incluso los que llegan al final, se quejan de que no sean más prácticas. Algo que no ocurre en el polo opuesto, en Traducción e Interpretación, donde se dan cita los alumnos más fieles. Este grado requiere la nota de corte más alta de la Universidad, por lo que los estudiantes llegan con muy buen nivel. Cada año solo entran 120, pese a las 400 preinscripciones que recibe. Otra clave de su éxito es que se trata de una carrera eminentemente práctica y con una evaluación continua. «Cuando doy charlas en los institutos les digo que no tendrán que estudiar mucho, pero tendrán que trabajar una barbaridad, día a día y semana a semana; se les encargan traducciones como si fueran profesionales», explica el decano, Luis Alonso. Destaca la gran salida que tiene la carrera y la presencia de titulados de la Universidad viguesa en instituciones como la ONU o el Parlamento europeo.

El grado que menos abandono tiene de los tres campus es el de Fisioterapia, impartido en Pontevedra. La mayoría de los universitarios que se decantan por esta opción lo hacen por vocación y por la salida que tiene en la actualidad y, con toda probabilidad, en un futuro. Las largas jornadas laborales y el envejecimiento de la población están detrás de muchos de los pacientes de estos profesionales, algo que tienen muy en cuenta. De nuevo una ingeniería, en este caso la Forestal, se sitúa en el polo opuesto con casi un 40 % de alumnos que deciden cambiar estos estudios de Pontevedra por otros.

No siempre el porcentaje de abandono es significativo. Es lo que sucede en el campus de Ourense con el doble grado en Administración y Dirección de Empresas-Ingeniería Informática. Aunque la tasa suponga en torno a la mitad del alumnado, no es indicativa, teniendo en cuenta que solo son 20 alumnos por curso y que supone estudiar dos carreras en seis años, todo un reto. Además, la cifra va mejorando de curso en curso. Enfermería, Educación Infantil y Primaria son las que más logran retener a los alumnos de Ourense.

«Es un grado exigente y nuestra valoració es muy positiva»

El director de la Escuela de Informática del campus de Ourense, Francisco Javier Rodríguez, asegura que el doble grado de Administración y Dirección de Empresas, ADE, e Informática es «muy exigente», razón que puede explicar que algunos alumnos abandonen. Con todo, matiza que se trata de una titulación con veinte estudiantes por curso que durante sus tres primeros años de impartición no completó matrícula. «Si tenemos diez alumnos y se van dos ya es un 20 %», advierte. Con todo, asegura que «los que dejan el grado no abandonan los estudios, sino que se decantan por una u otra titulación», por considerar demasiado difícil la doble, que permite tener dos carreras en seis años. Afirma, en todo caso, que «nuestra valoración es muy positiva, porque tenemos una oferta diferente de la que salen ingenieros informáticos con perfil de dirección de empresas».

 «Nuestros estudiantes están muy satisfechos, eso es que cumplimos sus expectativas»

Luis Alonso Bacigalupe, decano de la Facultad de Filología y Traducción, tiene claro que si los alumnos de ese grado son los que menos reniegan del campus vigués es porque la carrera cumple sus expectativas. «Que suceda esto es muy gratificante. El quid es que es extremadamente práctica, solo hay dos materias teóricas y, además, se les pone en contacto directo con el mercado», destaca. En una de las materias del último curso de grado los estudiantes hacen prácticas en empresas y otros organismos. «Tenemos noventa convenios suscritos que les permiten hacer las prácticas no solo en Galicia, sino también en otras comunidades. La carrera de Traducción e Interpretación está muy de moda y salen con muy buen nivel. Nuestros estudiantes están muy satisfechos», apunta orgulloso el decano.