Gracias, pero no me interesa esta adjudicación

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Cada vez son más frecuentes los concursos públicos que lanza el Concello y que quedan desiertos, como sucedió por dos veces con el mercado de A Ponte

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios de esta semana el gobierno de Ourense daba oficialidad a una realidad que la mayoría temía, pero que nadie quería asumir: la plaza de abastos de A Ponte no interesa al sector privado. La segunda convocatoria lanzada por el Concello acabó igual que la primera, sin aspirantes a la gestión del recinto. El concurso será, por tanto, declarado desierto en los próximos días y deja en una posición incómoda a la administración local, que no tiene claro qué camino seguir para rentabilizar una inversión de casi dos millones de euros realizada por el Ministerio de Fomento.

El concurso público para el mercado pontino no es, sin embargo, el único que ha quedado desierto en los últimos meses en la ciudad de Ourense. Es cada vez más frecuente que el sector privado dé la espalda a las concesiones públicas, que han pasado de ser una mina de oro en época de vacas gordas a un negocio de riesgo en la actualidad. En el caso de Ourense es el sector hostelero el que mira con más recelos las propuestas de negocio. Además del caso de la plaza de A Ponte se tuvieron que declarar desiertos por falta de ofertas los concursos para la adjudicación de las cafeterías del parque Miño y de las pozas de Maimón. En el primer caso, la concesión tenía un precio de 503 euros al mes por su explotación. En lo que se refiere al ambicioso proyecto hostelero situado en las riberas del Miño, no llegaron las ofertas para hacerse con un negocio por el que tendrían que abonar 26.533 euros al año durante un período de diez.

Otro servicio que no tiene quien se haga cargo de él es la red wifi municipal. La caída del negocio que tenía en marcha la empresa Gowex, a la que se le rescindió el contrato tras el escándalo a nivel mundial que provocó su quiebra, ha dejado un hueco que hasta el momento nadie ha querido gestionar. Desde el propio gobierno de Ourense se reconoció en su momento que sería complicado encontrar un nuevo adjudicatario ante los cambios que se ha vivido en el mundo de las nuevas tecnologías.

Entre los contratos que no encuentran un adjudicatario se encuentran muchas de las concesiones abiertas para dotar de un local vecinal a las diferentes asociaciones de vecinos de la ciudad.

El alto mantenimiento

El segundo intento frustrado para adjudicar la plaza de abastos de A Ponte llegó pese a la rebaja en el canon anual y en el número mínimo de horas. Desde el Concello de Ourense se considera que uno de los principales hándicaps para encontrar un empresario interesado está el elevado coste de mantenimiento de la instalación: unos 3.000 euros al mes solo por levantar la persiana.

El alcalde está dispuesto a estudiar «outra aposta» para la plaza si hay consenso político

No se puede decir que haya cogido por sorpresa al alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, la falta de interés empresarial para gestionar la plaza de abastos de A Ponte. De hecho, el regidor popular reconoció ayer a preguntas de los periodistas en un acto sobre la Navidad que tenían «as súas reservas» sobre la propuesta que salió a concurso por segunda vez. Considera que tras este doble revés es el momento de que la mesa creada para buscar una salida al recinto del barrio de A Ponte debe dejar atrás las siglas políticas y buscar una propuesta «seria e moi rigurosa».

Vuelve a estar sobre la mesa la posibilidad de cambiar el modelo de explotación del recinto. En todo caso, Jesús Vázquez asegura que una decisión de ese tipo solo se tomará si existe el consenso político necesario. Solo en ese supuesto se muestra dispuesto a abrir la puerta de la negociación con el Ministerio de Fomento para cambiar el uso del recinto, ya que la subvención con la que se renovó estaba vinculada al comercio tradicional. «Hai modelos de praza con cuestións culturais vinculadas ao comercio. Poderíanse buscar modelos con esa fórmula», señaló el regidor ourensano.

A la hora de justificar que el gobierno de Ourense aceptara sacar dos veces a concurso un modelo de plaza en el que no creía, el alcalde ourensano señaló: «Na mesa que se creou nos vimos obrigados a seguir o modelo que xa tiñamos para non buscar enfrontamentos. Agora queremos convocar á mesa e que nos permitan valorar outras opcións».