«Hay que reivindicar el papel de los veterinarios en las tan de moda terapias con animales»

Cristina Castillo Rodríguez es profesora de la Facultad de Veterinaria de Lugo. Ayer fue la encargada de ofrecer una ponencia en Ourense sobre el papel de los veterinarios en las actividades en las que el animal es una herramienta, con motivo de los actos conmemorativos de la festividad de San Francisco de Asís.

?Su ponencia versa sobre las terapias con animales. ¿Qué papel tienen los veterinarios?

?Quería abordar la oleada de asociaciones y organizaciones que se dedican al uso de animales de compañía como terapia sin contar con los veterinarios. Se ha demostrado que el contacto con los animales tiene efectos beneficiosos desde el punto vista físico y emocional. En todas estas terapias participa un niño, un paciente, y un animal. Hasta ahora, esta actividad la lleva a cabo un educador canino. Una figura reglamentada por el BOE y que plantea módulos muy sencillos en cuanto a adiestramiento y cuidados básicos. Pero, como veterinario, considero que nuestra aportación tiene que ser más activa en este tipo de actividades. No ser únicamente los que firmamos la cartilla de vacunación, puesto que un veterinario puede formarse como educador canino y además puede asesorar e informar sobre aspectos relacionados con la salud del animal, que no están contemplados como labor del otro profesional. Estos grupos de terapias están formados por médicos, fisioterapeutas, pedagogos... pero raramente también por un veterinario.

?Estas terapias, entonces, se enfocan hacia el humano, pero se olvidan del animal.

?Se olvidan por desconocimiento. No todos los animales sirven para hacer terapias o sistemas de educación. Eso lo sabemos nosotros como veterinarios. Hay temas incluso de controversia. Como los niños que van a delfinarios. Es muy bonito, el menor se ve beneficiado, pero la naturaleza del animal no es estar encerrado. Es la de recorrer cientos de kilómetros. O niños con conejos. Resulta gracioso y entrañable, pero este es un animal que se estresa muchísimo y su manipulación puede hacer que se lesione. Un médico, un psicólogo o un educador de animales no tiene por qué saberlo. Pero nosotros sí. Tenemos que reivindicar el papel de los veterinarios en las tan de moda terapias con animales.

?¿Por qué no están presentes?

?Porque es una tendencia nueva. No hay una normativa que regule la educación asistida con animales. A nivel de comunidades autónomas las recomendaciones son sobre personas con discapacidad y solo se habla de perros guías. Sí está regulada la formación del educador canino, que puede ser una persona sin formación veterinaria, pero le va a faltar el bagaje que adquiere un veterinario a lo largo de su formación. Estas terapias deben contar con profesionales que controlen diariamente al animal, porque a lo mejor ese día no está preparado.

?Y si el animal no está predispuesto, por cualquier causa, ¿puede afectar negativamente a la terapia?

?Por supuesto, el animal puede tener ese día un dolor o puede elegirse a uno equivocado y que reaccione de forma diferente. El veterinario sabe que hay razas que no pueden participar. Y ya no hablemos de la salud pública. La transmisión de enfermedades del animal hacia los seres humanos.

?Esta sería una buena salida profesionale.

?Con esta ponencia también quiero que la gente que sale de la facultad y no ve una salida inmediata, se anime a ser educador canino, porque así estará dotado de las dos herramientas. Y queremos hacer una llamada de atención para que el resto de los profesionales cuenten con el veterinario, que es el que se va a encargar del cuidado del animal y de preservar la salud pública.

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