«No hay meta que valga la salud de un compañero de equipo»

OURENSE CIUDAD

El Club Dúas Rodas se llevó el susto del desvanecimiento de un compañero en plena ruta Madrid - Lisboa

04 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El espíritu más aventurero es el único que puede impulsar a seis ciclistas del Clube Dúas Rodas para embarcarse en un desafío tan exigente como la carrera «non stop» Madrid - Lisboa en bicicleta de montaña, a lo largo de un recorrido de casi ochocientos kilómetros por pistas forestales y veredas.

Varios de ellos ya conocían la dureza de la competición y todos estaban dispuestos a moverse entre los mejores de un pelotón muy selecto, pero esta vez, un suceso inesperado truncó muchas de sus aspiraciones de disfrutar de un fin de semana dedicado a su pasión deportiva. Fue en la séptima de las etapas marcadas por los puntos de hidratación fijados para los relevos, cuando Bernardo Fernández sufrió una indisposición y un posterior desvanecimiento al detenerse.

«Fue durante uno de los momentos de más calor, uno de los condicionantes que marcó la edición de este año. Serían como las dos de la tarde y Bernardo se había alimentado poco antes con una naranja y agua, la verdad es que no sabemos exactamente lo que pasó, pero perdió el conocimiento y en ocasiones incluso le costaba respirar», relata Francisco Gil, el más experimentado de los representantes del club ourensano, que además ha participado en las cuatro ediciones de la competición de relevos.

El combinado ourensano había presentado a tres escuadras de dos integrantes y Bernardo formaba pareja con José Blanco. Tanto él, como el conjunto de embajadores -representaba a Ourense- formado por el citado Gil y José Antonio Saínza, lo atendieron de inmediato con los otros dos colegas, Marcos Paredes y Borja Ferro: «Íbamos todos juntos durante la mayor parte de la carrera, de hecho estábamos clasificados terceros, cuartos y quintos, pero no hay meta que valga la salud de un compañero de equipo y no dudamos en intentar que recibiera la mejor atención a la mayor velocidad posible».

A la postre, el propio Gil destaca que «afortunadamente, todo se quedó en un corte de digestión y no pasó a mayores, Bernardo ni siquiera se enteró muy bien de lo que había pasado y pudo regresar con nosotros a Ourense». La pareja de embajadores se retiró, pese a que llegó a ocupar en algún momento de la prueba la segunda plaza, pero habían perdido tres horas en la asistencia a Fernández y consideraron oportuno garantizar su traslado en las condiciones más adecuadas.

Sí continuaron en competición Paredes y Ferro, puesto que formaban parte de la coalición del Dúas Rodas con el Ozona Ciclosport. Francisco recuerda que «ellos estaban muy preocupados por Bernardo y el último tramo lo disputaron visiblemente desmoralizados, porque nuestro objetivo era llegar todos juntos a Lisboa, aún así terminaron en la cuarta posición de los equipos de dos ciclistas, seguramente se hubieran metido en el podio, pero lo mejor es que todo quedó en un susto».

El sexteto, de hecho, solo piensa en la edición del próximo año y en buscar esa entrada conjunta en el Parque das Naçoes. Es que los del Clube Dúas Rodas son así, les va la marcha.