El sacerdote, que va a ser trasladado agradece el cariño, pero recuerda que «é normal que nos movamos os novos»
24 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Tres vecinas de la parroquia ourensana de Santa Teresita entregaban ayer en el obispado de Ourense cerca de medio millar de firmas recogidas en dos días para solicitar al obispo, Leonardo Lemos Montanet, que reconsiderase su decisión de trasladar a uno de los dos curas que tienen a Medeiros. «Traemos esto para que no nos lleven a este cura. No queremos que se lleven a don David de la parroquia porque estamos muy contentos con él; los mayores, los niños y los jóvenes. Todos lo queremos mucho», resumía una de las feligresas.
En el barrio de Santa Teresita ejercen dos sacerdotes, uno de ellos, el titular, tiene 86 años y desde hace seis comparte tareas con José David Penín Martínez, al que los vecinos se refieren como el «cura joven», que tiene 35. Este último se incorporará en breve a un nuevo destino en la parroquia de Medeiros, perteneciente al municipio de Monterrei y a Santa Teresita se trasladará el cura de Cabeza de Vaca. Sin embargo a los vecinos no les parece bien la decisión del obispado, y no solo porque hayan conectado bien y le tengan estima a David Penín, sino porque, según explican, son una de las parroquias en las que más cambios se han producido en los últimos tiempos. Santa Teresita, cuentan, llegó a tener tres curas.
«Tiña que chegar o momento»
La protesta de sus hasta ahora feligreses genera en David Penín Martínez sentimientos encontrados. «Eu entendo ós veciños. Entendo o de que están cansos de cambios e o que din que cando se afán a un novo llo quitan e que parece que aquí estamos de prácticas. E dende logo agradezo moito que me mostren tanto cariño porque iso quere dicir que algo debemos facer ben. E sempre é mellor que pidan que te quedes que non que vaian a protestar para que te marches», sentencia. Pero también razona que «hai que ter en conta a situación que temos na diocese, con curas moi maiores que os pobres xa non poden seguir atendendo varias parroquias á vez ou que se poñen maliños. E cada vez somos menos porque cada ano ordénanse un ou dous».
Tampoco cuestiona el ser el elegido para trasladarse. «É lóxico que nos movamos os curas novos, de feito eu teño compañeiros da miña idade que xa tiveron tres ou catro traslados; e para mín é o primeiro. Algún día tiña que chegar o momento, porque nós somos como moitas outras profesións, temos que ir a onde se considera que facemos máis falta», señala.
David Penín reconoce que echará de menos a sus actuales feligreses «porque en seis anos da tempo de coñecer ben á xente, tomarlle cariño e facer amizades. Todos somos humanos. Pero tamén vou ó meu novo destino con ilusión», aclara.
Desde el obispado recordaban ayer la situación del clero ourensano y su alto envejecimiento y matizaban que este es un proceso «normal e habitual» y que la parroquia de Santa Teresita «queda perfectamente atendida».