La diócesis tiene 621 casas rectorales y solo 120 están habitadas por sacerdotes

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El Obispado trabaja en la regularización de estas viviendas para poder vender, alquilar o ceder a alguna institución

15 sep 2016 . Actualizado a las 07:46 h.

Hay casi tantas como iglesias. El Obispado de Ourense cuenta con 621 casas rectorales y, en la actualidad, únicamente 120 están habitadas por sacerdotes. Otra parte ha sido cedida a Concellos, asociaciones e instituciones para diferentes actividades. Ejemplos de este tipo los hay en Ribadavia, con Santo André de Camporredondo, o en Riós, en donde se ha ubicado el museo de la castaña, concretamente en la parroquia de Trasestrada. El resto, la mayoría, sufren un gran deterioro. La función principal de estas casas era el sustento de clero, sobre todo en los años 30, 40 o 50 del pasado siglo cuando no tenían una nómina y vivían de la parroquia y de lo que cultivaban en las tierras adyacentes. Pero las cosas han cambiado mucho. Ahora un sacerdote atiende a varias parroquias y suele vivir en un núcleo urbano, en una casa alquilada por el obispado, junto a otros curas, recibiendo nómina mensual.

Así, muchas de estas residencias se encuentran en estado evidente de ruina y abandono. E incluso en alguna de ellas se pueden encontrar libros tirados o restos de confesionarios, al alcance de cualquier persona.

Al obispado le resulta imposible su mantenimiento y, ante la situación actual, trabaja en su regularización. O lo que es lo mismo, realizar un inventario para decidir el destino final. Hace ocho años se pensó en poner en marcha un plan para apuntalar y cerrar todas las casas sin ocupar para evitar su deterioro. Pero no ha sido posible, aunque hubo intervenciones básicas, como apuntalamientos de tejados, a veces realizados por los propios vecinos de las localidades.

Con el nuevo proyecto se pretende, por lo menos, conservar aquellas edificaciones singulares, que por sí mismas tengan un valor. Viviendas con encanto que pueden interesar a un futuro comprador o a instituciones. Normalmente son los propios sacerdotes los que informan al obispado del estado de las rectorales para que puedan actuar, pero algunas de ellas ya encuentran en lugares por donde los sacerdotes ni siquiera pueden transitar: llenas de maleza y con los tejados que se vienen abajo. Empresas y Concellos están interesados en las cesiones de estas viviendas, sobre todo en las de mayor valor patrimonial. Pero también muchos extranjeros, según explican fuentes del Obispado. Sobre todo alemanes e ingleses atraídos por el rural de Galicia.