Las movilizaciones antes la sede de la CEO por el convenio de limpiezas, suspendidas por las vacaciones de verano

p. seoane OURENSE

OURENSE CIUDAD

10 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano pesa y mucho para las movilizaciones. O, en realidad, para que no se celebren. En la sede de la CEO, la Confederación Empresarial de Ourense, llevaban meses recibiendo cada semana la visita de un grupo más o menos numeroso de sindicalistas que exteriorizaron de diferentes modos la demanda de un acuerdo para negociar y actualizar el convenio de limpiezas. Los empresarios dejaron claro desde el primer momento que no volvían a sentarse para intentar aproximar posiciones hasta que no cesaran las movilizaciones. No fue así. Y cada semana, en los últimos meses, la sede de la CEO se convertía en objetivo preferente. Podían ocupar unos minutos el patio del edificio, como en las primeras acciones, alfombrar la calle de papeles, tirar cabezas de pescado o incluso excrementos de animales en la puerta. No pasaba nada. Los jueves eran días de movilización y cada semana subía el tono. Hasta que llegó el mes de julio, es decir, las vacaciones, que son algo intocable.

Todo está parado desde entonces. Los trabajadores del sector de limpiezas siguen igual, pero las movilizaciones han quedado en segundo plano. Que la Subdelegación del Gobierno hubiera archivado sin sanción la denuncia que cursó la Policía Local por una de las últimas acciones, señalando a un sindicalista de UGT como autor de la gamberrada de prender un papel y tirarlo dentro de la sede empresarial, tuvo un doble efecto: alivio para el denunciado y fuerza renovada para el conjunto.

Volverán en septiembre. O eso han transmitido desde medios sindicales a la CEO, donde se vivió durante meses con la sensación de frustración que producían aquellas acciones y la inutilidad de sus denuncias a la policía, a la que aportaron incluso grabaciones e imágenes.

Cambio de comisario

El nuevo curso arrancará este año con una novedad. Volverán las movilizaciones y el ruido al entorno de la sede de la CEO. Hasta ahora las fuerzas de seguridad, con la llamativa excepción de la presencia de patrullas de la Policía Local, han dejado hacer. Pero la situación no es la misma que dejaron a finales de junio, cuando todos se fueron de vacaciones. Ahora hay un nuevo comisario de policía. Es alguien que acaba de llegar y que se enfrenta a la situación sin prejuicios y sin un conocimiento previo de los protagonistas y del entorno. La búsqueda del equilibrio entre los derechos de unos y otros lo obligará a tomar decisiones. Los directivos y empleados de la CEO se han quejado del acoso. Los sindicatos reivindican el derecho a reclamar y quejarse. La revisión del convenio de limpiezas, mientras tanto, sigue atascado. Y sin visos de solución.