Baja la cantidad de cianobacterias en los embalses de la capital ourensana

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Antonio Cortés

Viaqua impulsa un estudio en Castadón para conseguir herramientas de investigación para la gestión de las algas

28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Calor, poco caudal y muchos nutrientes. Estos son los tres ingredientes que, juntos, hacen aparecer cianobacterias en el agua. En años de temperaturas elevadas y de sequía su presencia en embalses, pantanos y ríos ourensanos empieza a ser continua. Sobre todo en comarcas con especial producción agrícola. Los controles para conocer el estado de estas aguas, sobre todo en embalses, corren a cargo de la Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS). Entre otras, realizan pruebas quincenales del estado de los de Castadón y Cachamuíña. Durante este año la presencia de cianobacterias en estos dos embalses es muy baja, si lo relacionamos con ejercicios anteriores. Eso sí, de los últimos análisis realizados en estas aguas, esta misma semana, se desprende que está aumentando la concentración de clorofila y cianobacterias, pero a un nivel inferior al detectado por estas fechas en el 2015. Y, hasta el momento, no se aprecian acumulaciones en la superficie.

Desde hace años, los ourensanos reciben el agua del grifo del río Miño. Los embalses de Castadón y Cachamuíña solo serían utilizados en casos extremos en los que por causas naturales o por algún tipo de contaminación, que fuera perjudicial para su consumo, no se pudiera extraer su agua.

Campo de análisis en España

Por todo esto el embalse de Castadón ha sido el elegido por Viaqua, empresa concesionaria del ciclo integral del agua en la ciudad de Ourense, y Cetaqua (Centro Tecnológico del Agua de Galicia), para formar parte de un proyecto de colaboración denominado Herramienta de investigación para la gestión eficiente de algas. Se trata de un estudio, realizado con fondos propios, que tiene como objetivo facilitar herramientas que mejoren la gestión a tiempo real de las plantas potabilizadoras de agua (ETAPs) ante la presencia de cianobacterias.

El proyecto, que finalizará en diciembre cuando se den a conocer los resultados obtenidos, se desarrolla en el embalse ourensano, elegido como campo de análisis en España. Viaqua y Cetaqua han instalado una sonda que facilita la monitorización en tiempo real de las concentraciones de cianobacterias. Esto permitirá reforzar su control actual y mejorar la gestión y el tiempo de respuesta, además de ahondar en el conocimiento de la presencia de cianobacterias y prever cuándo se producirán floraciones o las denominadas «blooms algales».

En la actualidad, atendiendo a los requerimientos del real decreto 140/2003 y del programa de vigilancia de salud de Galicia, la CHMS es la encargada de realizar analíticas de microcistinas -toxinas que producen las cianobacterias- en los embalses de la capital. Y Viaqua es la responsable de llevarlas a cabo en la ETAP de San Francisco, para tener un control exhaustivo de su producción.

Las cianobacterias, conocidas también como algas verde azuladas, dan lugar a un fenómeno denominado eutrofización con formaciones típicas conocidas como floraciones, que se producen en aguas ricas en nutrientes, estancadas, con altas temperaturas (de 15 a 30 grados centígrados) y valores de pH que oscilan entre 6 y 9. Algunas especies de cianobacterias producen toxinas, como es el caso de las ya nombradas microcistinas, que son perjudiciales para los humanos y pueden dan lugar a alteraciones gastrointestinales, reacciones alérgicas o irritación.

En la provincia

Si la situación, a día de hoy, en la capital no es preocupante, sí existen otras zonas de la provincia en donde la presencia de cianobacterias empieza a ser importante. Uno de esos lugares es el embalse de A Conchas. Según la CHMS, hay una importante floración de cianobacterias desde el pasado mes de junio, que parece estar remitiendo. Sigue siendo la zona más castigada, al recibir las aguas que bajan por el Limia, desde concellos de importante concentración de granjas. O lo que es lo mismo, de municipios que no son capaces de controlar los nutrientes que pasan directamente a las aguas del río.

Este año, este fenómeno natural llega también a tierras de A Veiga. En el embalse de Prada, a la altura de la playa dos Franceses, que hasta ahora estaba en valores normales, la CHMS nota un aumento en su concentración. Una mala noticia no solo medioambiental sino de ocio, ya que a este zona recreativa acuden muchos vecinos del concello y de municipios limítrofes a disfrutar de su tiempo libre. En el resto de embalses los valores están dentro de la normalidad.

La empresa concesionaria del servicio del agua quiere prever la presencia de toxinas

As Conchas y Prada son los únicos embalses con valores altos de concentración