«El judo es una forma de vida»

carla delgado, R.N. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

miguel villar

La deportista ourensana Ana Fernández Morais ansía ganar medallas a nivel europeo y mundial

15 jul 2016 . Actualizado a las 12:33 h.

A los cinco años descubrió la vocación y el uniforme que no le abandonarían el resto de su vida. Las largas horas en el tatami le han hecho caer y levantarse hasta alzarse con una medalla de oro. Enseñar dentro y fuera del gimnasio le ha dado la clave de su vida y de su felicidad. A sus casi 25 años, recuerda como fue su primer día en judo, allá por 1997, sin perder el respeto a su maestro ni a esta arte marcial.

-Siendo el judo un deporte más masculino, a priori, ¿qué le llevó a empezar como judoka?

-Yo empecé en judo y en ballet con 5 años, dos lados muy opuestos. Siempre me gustó el judo. Me ponía el traje, salía de casa vestida y volvía con él.

-¿Qué pensaron sus padres cuando les dijo que quería dedicarse al judo?

-Les gustó, me apoyaron desde el primer momento. Era una actividad nueva, me desahogaba mucho y la verdad fui muy contenta desde siempre.

-Estudiar Educación Infantil, ¿le ha ayudado a inculcar mejor el deporte?

-Mi trabajo de fin de grado lo hice sobre una aproximación al judo en los más pequeños y este año cogimos a niños un poco más de infantil para entrenar. Un poco combino los dos aspectos que más me gustan.

-Unicef cataloga al judo como el deporte más adecuado para los niños de entre 7 y 15 años. ¿Debería estar integrado en los programas deportivos de los colegios?

-Hay algún bloque dentro de la educación que tiene habilidades de lucha en el que se puede englobar un poco lo que es el judo. Es un deporte muy formativo y muy divertido, es muy lúdico y eso a los niños les gusta.

-¿La vocación de profesora te llevó a ser entrenadora?

-La verdad es que siempre quise ser profesora de infantil. Lo dije desde muy pequeñita y lo del judo fue ir creciendo. Me gustan las dos facetas.

-¿Qué beneficios aporta esta arte marcial?

-A mí me aporta seguridad, autocontrol. Para mí lo es todo. Paso más horas en el gimnasio que en mi casa.

-Deportistas como Belmonte, Marín, Muguruza o usted misma en Ourense son referentes en este mundo, ¿la mujer tiene el reconocimiento que tanto le ha costado ganar?

-Bueno yo creo que aún nos falta mucho pero bueno algo ya se nos va reconociendo.

-Se habla de la vulnerabilidad de la mujer en la sociedad, ¿es importante tener conocimientos de defensa personal?

-Yo considero que sí. En algún momento te da mucho autocontrol y seguridad en ti mismo.

-¿Qué mejoraría, si estuviera en su mano hacerlo, en el deporte español?

- La hora de los pesajes, los controles todos que hay que pasar. Que se hicieran menos controles o con otro ritmo.

-En febrero de 2016 ganó la medalla de oro a nivel nacional de jiu jitsu. ¿Qué significa cada medalla que gana?

-Pues mucho, la verdad. Es la recompensa del esfuerzo diario. Es un gran reconocimiento, el campeonato de España de jiu jitsu no lo gana cualquiera, fue muy bonito.

-¿Qué medalla le queda por ganar a Ana Fernández?

-Quedar quedan muchas. Querría alguna internacional, una medalla europea o mundial. Intentaremos llegar.

-¿Con qué adjetivo definiría al judo?

-Es una forma de vida. Es alegría y pasión. Para mí lo es todo.

-¿Pertenecer al Gimnasio Marbel le ha abierto las puertas de cara a las competiciones?

-Sí, porque compites y representas a este club que es tu club.

-¿Las redes sociales son un buen instrumento de difusión para un deportista?

-A todos nos gusta ver que reconocen tu trabajo.

-¿A quién le daría un cinturón negro en su vida?

-A mis padres, que estuvieron desde el primer día ahí.

Formación. Ana Fernández Morais es Maestra-Entrenadora Nacional de Judo y Defensa Personal. Además se graduó en Educación Infantil. Siempre quiso ser maestra.

Palmarés. Entre sus galardones están la medalla de oro de España de Jiu-jitsu, medalla de plata en judo y medalla de bronce en judo en el absoluto de Galicia.

Experiencia. Lleva veinte años practicando judo en el gimnasio Marbel de la capital ourensana.