El BNG exigía al PP que desistiese de celebrar el festival de cine de Ourense

La Voz OURENSE

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MIGUEL VILLAR

El edil Millán Picouto temía que se convirtiera en «unha especie de despedida de solteiro ou unha festa de primeira comunión».

10 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Unha cousa superflua, absurda e innecesaria». Así calificaba Millán Picouto, concejal ourensano y portavoz de Cultura del BNG, la programación del festival internacional de cine de Ourense. Las declaraciones las hacía en julio de 1996 en un momento en el que el grupo municipal nacionalista solicitaba al Partido Popular que desistiese de la celebración del festival. Lo hacían, según aseguraba Picouto, para evitar que la cita acabara siendo «unha especie de despedida de solteiro ou unha festa de primeira comunión».

La valoración llegaba tras la celebración de una reunión del Consello Municipal de Cultura en la que, según el nacionalista, el concejal responsable no había facilitado información, motivo por el cual se solicitó que compareciera el responsable del festival para que explicase, tras la celebración de la primera edición, «por qué era tan necesario y tan factible».

Para el BNG resultaba una torpeza del grupo de gobierno no haber buscado el consenso con las otras fuerzas políticas con representación municipal en torno a un asunto de estas características.

Millán Picouto aseguraba que era la única forma de buscar la continuidad del festival. «A non ser que o PP pense que vai estar sempre gobernando este concello», añadía.

Lo cierto es que, con el paso del tiempo, acabaría teniendo responsabilidades municipales y acabaría manteniendo y potenciando el festival de cine. Ocurrió durante los sucesivos mandatos del bipartito PSOE-BNG y, a excepción de los años finales, en los que los nacionalistas ya habían salido del gobierno, con la concejala Isabel Pérez al frente del departamento de Cultura.

En su momento las críticas de Millán Picouto, refrendadas entonces en una rueda de prensa por Henrique Rodríguez Peña, se centraban en la escasez presupuestaria, que era un riesgo para la calidad. En lo que a costes se refería, también señalaban los nacionalistas que con el dinero que se preveía invertir en la segunda edición era posible pagar la cuarta parte de una biblioteca municipal central. En todo caso, la petición a Manuel Cabezas coincidía con una visita del entonces alcalde a Santiago para recabar apoyos para el festival.