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Catálogo emocional de Amalia Pereira en la Galería Visol de Ourense

19 jun 2016 . Actualizado a las 20:35 h.

«Nos han llamado amazonas pero lo cierto es que nuestra gran aventura es con la vida, no con la muerte» Natalie Barney.

La galería de arte Visol presenta la exposición Inventario de emociones: Lembranzas de Amalia Pereira, artista venezolana afincada en Bilbao cuyo destino la llevó a encontrarse con sus raíces gallegas.

Para el espacio expositivo, la artista muestra un proyecto figurativo que se expresa a través de una colección de colajes de gran impacto emocional. Amalia realiza un trabajo en capas como una forma de interpretación narrativa que utiliza el objeto real y físico para dar forma a lo subjetivo y apasionante o al sentimiento emotivo sublimado, traducido en un discurso que escapa de la bidimensionalidad del soporte plástico a la ficción de la imagen, avanzando en el espacio hacia el espectador aún siendo esencialmente plano, con idea de amalgama o superposición, generando texturas como ilusiones ópticas de luces y sombras, preservando la singularidad de cada parte y mezclando las distintas imágenes, significaciones y temporalidades que producen un «ruido» emocional que introduce al observador en un estado de ensoñación, enfrentándose a esa zona 0 que prevalece entre el arte y la experiencia vivida.

La nueva actitud en relación al lenguaje artístico que se rebelaba en el dadaísmo con el colaje como técnica antipictural, iconoclasta, antidecimonónica, antisublimatoria, mecánica, irracional y antiindividualista, sumiendo al sujeto en la anonimia, es revisada e invertida por Amalia que eleva los valores líricos en una creación que sublima el carácter afectivo y conceptual de la imagen construida subordinada al elemento emocional.

La imagen como proyección emocional que relaciona esos afectos y emociones con el éxodo, la pérdida y la diáspora contemporánea, el paisaje y los recuerdos de lo que dejamos atrás buscando nuevos horizontes para avanzar.

Reivindica un empoderamiento de la mujer como naturaleza, inteligencia, anatomía e identidad, navegando en alteridades afectivas y otras esferas de lo psíquico en la alternancia entre el color del presente y el blanco y negro de los recuerdos.

Naturaleza femenina

Un ejercicio de acumulación previa origina imágenes que desfragmenta en composiciones de gran plasticidad y ecos sensoriales.

El hilo narrativo se presenta a través de la combinación de una naturaleza exuberante con sus ciclos y renovaciones que se identifica con la mujer que protagoniza sus creaciones. En Sin pasaporte la figuración se superpone sobre la modelo asiática fotografiada por Claudio Napolitano, un cosmos ordenado por la ciencia y en equilibrio con el caos-laberíntico de los recuerdos, en forma de fragmentos en los que se refuerza la presencia de una iconografía bizantina y mística de orantes renacentistas y la exuberancia de una naturaleza femenina de fuertes contrastes entre la espesa vegetación tropical y el sereno y perenne paisaje del norte de Europa. Como tatuaje los mapas, como territorio e identidad. Los pájaros como metáfora de la libertad y el mar como pasillo de distancia y de ausencias.

Halla su inspiración en la literatura y la música, la ciencia, la mutación celular, el cuerpo por dentro y por fuera, anatomía, sentidos, sentimientos, sensibilidad y la forma de carne que envuelve un corazón palpitante.

Les indes galantes, colaje que bajo una composición de magnética belleza primitivista, introduce la partitura The Boat Song y un mapa de la Serra Grossa y las Illes Negres.

En Variación Mª de los Remedios Cipriano de la Sta. Trinidad introduce elementos pictóricos como un fragmento de uno de los retratos de Marie Therese de Picasso, que pone rostro a la modelo que simboliza a la mujer moderna y madre adaptada sobradamente a la epopeya diaria. Una externalización del coraje femenino que se manifiesta en la dualidad entre delicadeza y fortaleza, la belleza, lo sutil, la firmeza y el tesón como posicionamiento.

Completan esta colección de Amalia Pereira Pequeño formato, obras en las que el elemento encolado se asienta sobre fondos pintados a acuarela. Y algunos colajes digitales.

Son muchos los artistas contemporáneos que utilizan el colaje como técnica expresiva pero fue Braque el primero en incorporar esta técnica al mundo de la plástica que interesó a Picasso simultáneamente aunque existen precedentes en la pintura, la reserva; el arte japonés del siglo XIV, los emblemas tribales africanos y el arte popular alemán. Su identidad plástica radica en la introducción de un elemento real, no pictórico, que cambia de significado al asociarse con otros elementos en la superficie de la imagen.