Hay mucha vida más allá de la mencía

pepe seoane OURENSE / LA VOZ

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miguel villar

La Estación de Viticultura e Enoloxía cataloga 23 variedades minoritarias de Galicia

18 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni son mejores, ni tampoco son necesariamente peores las llamadas variedades minoritarias de vitis vinífera. Simplemente ocupan menos viñedo y son diferentes, como saben los técnicos de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia que han participado en esta obra, Alfonso Losada y Emilia Díaz. Una cata, como parte del programa de una jornada técnica de la Evega, desarrollada ayer en Ourense, permite afianzar esa declaración.

Los productores, mientras tanto, se muestran atentos y no pierden ocasión de experimentar con la mesura que aconseja un mercado no solo difícil, sino, por momentos, al borde de la saturación. El interés por unas y otras es muy diferente. Pero atraen.

La tinta Tempranillo y la blanca Airén son las más extendidas en el conjunto de España, donde, según el estudio coordinado en la Evega que publicará el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, nueve variedades ocupan el 80 % del viñedo. Esta afirmación, dicen los redactores de la obra, «revela a erosión xenética que aínda se está a producir e reflicte as tendencias seguidas polo mercado vitivinícola: de aí a importancia fundamental que ten a conservación e posta en valor de variedades que, aínda que minoritarias hoxe en día, poden supoñer nun futuro un valor engadido dotando aos nosos produtos de calidade e tipicidade propias».

La obra concede categoría de minoritarias a un total de 121 variedades, de las cuales 27 corresponden a Navarra y 23 en Galicia. Que sean minoritarias no significa que estén al borde de la desaparición, o perdidas sin posibilidades de recuperación. La lista, en lo que toca al viñedo de Galicia, incluye algunas cuya presencia es poco más que testimonial y otras que, en realidad, son más que un mero latido. Las 16.500 botellas de La Mar, una de las marcas de Terras Gauda, con un 90 % de caíño branco, indica que algo se está avanzando. El merenzao de Ponte da Boga, el brancellao de Algueira, la loureira de A Portela, la garnacha de Alan de Val, o los varios espadeiros que se comercializan con sello Rías Baixas, marcan un camino diferente al de los clásicos.

Diferente implantación

Treixadura, albariño, godello y mencía mandan, con suficiencia, en el panorama de la Galicia vitivinícola de calidad. Descontandas las siempre dudosas alicante y palomino, que juegan en otra división, el resto cae ahora en el saco de las minoritarias, aunque entre ellas existe una muy notable diferencia y por zonas tenga alguna un peso relativo y significativo. Nada que ver, dicho sea de paso, entre la albilla, ese misterio que históricamente aparecía entre las variedades autorizadas en la denominación Ribeiro, o la brancellao, que en Valdeorras y la Ribeira Sacra empuja fuerte y busca su espacio. Son, con todo, veintitrés las que aporta Galicia al conjunto de 121: albarín blanco y tinto; albilla; branca de Monterrei, brancellao, caíño branco, caíño bravo, caíño longo, caíño tinto, castañal, corbillón, espadeiro, ferrón, lado, loureira, merenzao, pedral, ratiño, silveiriña, sousón, tinta femia, torrontés y también la verdello.

Deja esta guía, entre las aportaciones de otras comunidades, la variedad perruno en Andalucía; la derechero, en Aragón; carrasquín, en Asturias; rayada melonera, de Madrid; cadrete, de Navarra; mandón y turruntés, en la comunidad de La Rioja.

La jornada técnica contó con ponentes de lujo como la directora de la Estación Enológica de Haro, Monserrat Iñiguez Crespo, y el coordinador del centro tecnológico agroalimentario de Aragón, Ernesto Franco Aladrén. Y si se trataba de catar, como ayer, para rematar el encuentro, qué mejor que dos vinos gallegos, dos blancos de Rioja elaborados con tempranillo blanco y un tinto de Aragón de la variedad derechero. Para sorpresa general.

La distribución. Se catalogaron 121 variedades. Diez, en Andalucía; cinco, en Aragón; 13 en Asturias, 18 en Cataluña, 13 en Castilla León; 23 en Galicia, 6 en Madrid, 27 en Navarra, dos en el País Vasco y trece en La Rioja. Nueve variedades representan el 80 % del viñedo total en España.