«El Ourense de hoy es socialmente mucho mejor que el de mi juventud»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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José Fernández rodeado de los tertulianos con los que sigue compartiendo cada tarde.
José Fernández rodeado de los tertulianos con los que sigue compartiendo cada tarde. SANTI M. AMIL

A punto de cumplir 93 años, el médico José Fernández Rodríguez es el decano de una tertulia sobre la actualidad diaria

22 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía Camilo José Cela que solo hay dos tipos de hombres: los que hacen la historia y quienes la padecen. A José Fernández Rodríguez, que comparte generación con el anterior -llegó al mundo solo siete años después que el Nobel gallego- le ha tocado, sin duda, padecer una parte de la historia de España convulsa y llena de esa agitación que es caldo de cultivo de las transformaciones sociales. Sin embargo este veterano galeno, de hablar pausado y mirada tranquila, no es demasiado amante de contar batallitas. «No me considero un nostálgico. Tampoco creo que cualquier tiempo pasado fue mejor», señala. De hecho, cuando mira hacia atrás y compara el Ourense de su juventud con el actual no tiene ninguna duda: «Yo creo que el de ahora es más agradable. Se ha avanzado muchísimo en el ámbito social, hay menos clasismo. Entonces no te podías relacionar con cualquiera, y menos si era de un nivel que se considerase menor. Y para las mujeres todavía era peor», opina.

Pero, contradiciendo a Cela, a este médico ourensano -por mucho que abriese sus ojos a la luz caribeña de La Habana, es auriense hasta el tuétano- también le tocó «hacer historia». Vivió una época plena de avances científicos y tecnológicos inimaginables para quienes nacieron en el primer tercio del siglo XX. Formó parte activa de la transformación de una profesión, la médica, que para él solo se puede entender y ejercer desde «la vocación y la entrega» a los pacientes, pero también a la profesión en si misma. De esa inquietud por mejorarla da buena cuenta su vinculación con la Academia Médico-Quirúrgica. Su nombre está para siempre ligado al de esta sociedad científica. Formó parte del grupo de fundadores, junto con otros ilustres nombres de la medicina ourensana, y fue su tercer presidente.

En 1960, cuando se firmó el acta fundacional de esa entidad científica, Fernández Rodríguez llevaba ya cerca de dos décadas de ejercicio. «Abrí la primera consulta en el número 5 de la calle Lamas Carvajal, en la casa familiar, y años después me trasladé al Paseo, frente al cine Losada», recuerda. Aunque se había especializado en digestivo «en aquellos primeros años en realidad se hacía de todo, no se planteaba una consulta especializada exclusivamente como ahora», matiza. Eran otros tiempos. Acababa de ponerse en marcha el sistema sanitario de la Seguridad Social en Ourense y, además de su consulta propia, Fernández colaboraba en la primera instalación que se fijó para esa asistencia. «Estaba en una casa en la calle Progreso, frente a la Alameda do Cruceiro. En las dos primeras plantas se abrieron consultas y en la tercera quirófanos y demás». Allí ejerció como ayudante de cirugía «durante doce o trece años». Una faceta que siguió desarrollando «en la Residencia, con el doctor Pol Piñeiro, al principio de que se abriera esa instalación; y cuando él se jubiló continué con el doctor Valcárcel». Trabajador infatigable, mantuvo la actividad en su clínica hasta los 81 años.

Tan inseparable de su trayectoria vital como el ejercicio de la medicina es el Liceo de Ourense. Empezó a acudir recién terminados los estudios en Santiago y continúa asistiendo puntualmente cada tarde, de lunes a viernes, para compartir la que hoy por hoy es la tertulia más veterana de esa institución. «Vine por primera vez en el año 46, y aquí moriré», dice con tono de broma, aclarando que ese foro de intercambio de opiniones y debate fue el motivo que le acercó a la entidad que, por cierto, también llegó a presidir.

«A veces me levanto a las seis para leer el periódico y estar bien informado porque seguimos hablando de lo mismo: de la actualidad, de política, de historia, del fútbol. Bueno, y antes, algunas veces, también de chicas», relata. Las polémicas de la política actual no le pillan de nuevas. «Aunque en el debate hay discrepancias, hay menos tensión que en otro tiempo. Recuerdo que, sobre todo en la dictadura, la controversia era mucho más acalorada entonces», dice.

 

quién es

Edad. Nació el 26 de mayo de 1923 en La Habana (Cuba)

Profesión. Especialista en aparato digestivo, ejerció la medicina en muy distintas facetas: desde la consulta generalista hasta como auxiliar de quirófano.

Su rincón. Elige el Liceo, entidad que llegó a presidir y que es desde su juventud su referente para el tiempo de ocio «no tanto por los bailes y actos sociales, sino por las tertulias, a las que sigo siendo fiel», aclara.

«Me gustó la ciudad desde el principio porque era pequeña»

Hijo de una familia de emigrantes retornados de Cuba, las canicas y la billarda fueron los juegos que permitieron a José Fernández, por entonces un niño de once años recién llegado desde el otro lado del Atlántico, a afianzar su nuevo entorno ourensano. «Nos quedamos por casualidad; porque en realidad veníamos solo de visita. Mi padre quería ver a su madre, que ya era mayor y no quería que se muriese sin volver a verla porque tenía setenta y pocos años y en aquellos tiempos eso era mucha edad», relata.

No le costó adaptarse. «Me gustó la ciudad desde el principio, porque era mucho más pequeña que La Habana y enseguida hice amigos. Aquí se comentaba en la calle que había entonces unos 16.000 habitantes, no sé si era cierto; pero la capital de Cuba era ya una gran metrópoli, muy turística y cosmopolita y con una importante presencia de norteamericanos», relata. La Academia de Manuel Sueiro, donde comenzó su bachillerato, fue la plataforma para tejer su nueva red social. «Era un colegio con mucha gente; era fácil hacer amigos», recuerda.