La creación de un archivo judicial único es, por el momento, el aprovechamiento más visible de un inmueble poco rentabilizado
17 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Más de un año después de la entrada en servicio del nuevo edificio judicial en O Couto, el de la plaza de Concepción Arenal sigue medio vacío. No acaban de producirse los cambios que se habían anunciado, o al menos insinuado, para completar su mejor aprovechamiento. Los que en algún momento se anticiparon no acaban de convencer a todas las partes. El traslado de la Policía Autonómica a este inmueble es el más llamativo. Adornado con la vitola del ahorro, como un paso para frenar la sangría de alquileres que paga la Xunta en Ourense, no entusiasma a nadie. Ni a los eventuales destinatarios, ni tampoco a quienes trabajan allí. Los pocos que se pronuncian abiertamente lo hacen en contra.
El interior, mientras, se asoma al inevitable deterioro al que conduce el abandono y el paso del tiempo. Prácticamente la mitad del edificio está tal cual lo dejaron sus anteriores inquilinos. Hasta el tablón de anuncios de uno de los juzgados de lo social mantiene colgados edictos y anuncios varios. Todos atrasados, claro está, pero allí siguen. Como está el cartel en la puerta de una de las salas de vistas, recordando que se debe apagar el móvil al entrar en sala. O las pantallas de televisión en las plantas primera y tercera, que nunca llegaron a ser como las de cualquier estación en cuanto a precisión horaria de las vistas.
Ni siquiera ha comenzado, aunque ahora dicen que es inminente, el traslado de una de las secciones de la Audiencia a la tercera o a la cuarta, como se dijo. Penal y civil continúan en la planta segunda del edificio.
Ganaron espacio el juzgado y la fiscalía de menores en la quinta, donde antes convivían todas las dependencias del ministerio público, ahora con un piso completo del nuevo edificio y parte de otra planta en O Couto.
Liberado el espacio de los juzgados de primera instancia y los de instrucción, como también de los sociales, la creación de un archivo territorial en la planta primera ha sido una de las acciones más efectivas en el proceso de aprovechamiento del inmueble. Carpetas y estanterías mandan. Al no haber reservado espacio para este fin en el nuevo edificio, todos los archivos se han unificado y ordenado en el viejo, con un equipo humano específico, que poco a poco ha ido ganando sitio en el inmueble.
En la planta baja, por otra parte, han instalado su sede dos de los sindicatos del ámbito de justicia, pues en el nuevo edificio ya no quedaban oficinas para esa finalidad. Con las dependencias del servicio de mediación familiar también en esta primera planta se completa la actividad en un espacio donde hubo un juzgado, oficina de abogados y procuradores, policía, calabozos, consultas de los forenses y hasta juzgado de guardia.