Bodegas Val de Souto empezó a exportar en el año 2013
13 mar 2016 . Actualizado a las 11:31 h.Hasta el 2012 bodegas Val de Souto, situada en Souto (Castrelo de Miño), vendía en Ourense y Pontevedra. José Manuel Blanco recolectaba y comercializaba su propio vino siguiendo la tradicion de seis generaciones de viticultores -la bodega conserva archivos de 1839- hasta que decidió darle una vuelta al negocio. «Notamos una caída del consumo interno y empezamos a ver la necesidad de exportar», explica Brais Iglesias, sobrino de José Manuel y hoy socio de la empresa. «En febrero del 2013 enviamos el primer palé a Bélgica», cuenta Brais, que gracias a los contactos que hacía en sus viajes y a los correos electrónicos con información de la bodega que enviaba -es decir, sin apenas inversión- empezó a encontrar nuevos clientes, a los que remitía por mensajero las botellas de prueba. El cambio fue brutal. A lo largo del 2013 consiguieron colocar sus vinos en seis países de la Unión Europea (Portugal, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Alemania y Dinamarca). «Y eso que no teníamos premios y no salíamos en las guías», cuenta Brais, que advierte que su producto tuvo que tener éxito en Europa para ser reconocido en España. «Fuera aprecian mucho nuestros vinos, les gusta probar cosas nuevas y en Galicia hay muchas joyas ocultas», explica. Después llegaron los premios, comenzaron a salir en las guías y empezaron a subir las ventas en el mercado nacional, al tiempo que se consolidaba el internacional. Hoy exportan a Japón y Australia, además de Europa. «Empezamos a vender a Canadá en verano, pero para Estados Unidos no nos llega el producto, somos cosecheros». La bodega tiene una superficie de 2,5 hectáreas de viñedos de los que, anualmente, salen 25.000 botellas. «Esto no lo hicimos para ser más ricos, sino por supervivencia, y hemos demostrados que el modelo funciona. Muchos cerraron o vendieron las viñas, pero nosotros optamos por el camino difícil», afirma Brais orgulloso.