Luis Rodríguez Ennes: «La esencia de la enseñanza es saber, si no ¿qué vas a transmitir?»

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Editan un libro con artículos de juristas internacionales para celebrar los 70 años del catedrático de Derecho, que se jubila este curso después de 46 años como docente

10 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Por sus clases de Derecho Romano y Comparado han pasado miles de alumnos en 46 años de docencia, y el catedrático de la Facultad de Derecho de Ourense, Luis Rodríguez Ennes (A Coruña, 1946), vivió ayer una jornada emocionante. Era su setenta cumpleaños, y además de una tarta, recibió como regalo la publicación de un libro en su honor, Varia Studia, con 61 artículos escritos por importantes juristas y profesores de España y de diferentes países europeos y americanos.

-¿Un regalo especial?

-El libro es de mis colegas, catedráticos italianos, húngaros, ingleses, americanos... Cada uno, es un homenaje a mi trayectoria. Está editado, pero se presentará el 10 de junio, en la fiesta de entrega de diplomas de licenciados. Se edita con motivo de haber cumplido hoy los setenta, que son muchos años. Que te reconozcan el trabajo realizado a lo largo de todo tu tiempo no es mala cosa. Pero lo más entrañable son los alumnos, a ellos les queda el recuerdo de tus clases.

-Los alumnos también participaron hoy en la celebración...

-Iba a terminar la clase de derecho inglés, tocaron a la puerta y entran dos entrañables secretarias con una tarta que traía bengalas ardiendo. Fue emocionante. Los alumnos aplaudieron, ellos tampoco sabían nada. Este año me jubilo. No era mi última clase pero casi. En la enseñanza te dejan acabar el curso aunque ya tengas los setenta años cumplidos.

-Profesor de Derecho Romano, una asignatura que puede parecer árida. ¿Cómo se la presentaba para hacerla actual a sus alumnos?

-El derecho romano no es como la arqueología. Es derecho, inventado por los romanos, como la palabra justicia, sentencia, jurisprudencia, testigo o parte. Se enseña en todas las universidades del mundo y hay que estudiar las cosas para saber no el qué sino el por qué. Las cosas no nacen por generación espontánea. Es árido porque no se tiene un conocimiento previo y meter en la cabeza conceptos sin tener base ninguna es difícil para el profesor. He sudado tinta. Escribí un manual de derecho romano cuando tenía más de 40 años, después de haberlo interiorizado. La esencia de la enseñanza es saber. Si no sabes ¿qué vas a transmitir? Y me costó mucho saber. No es hacer un powerpoint, como fin en sí mismo, eso no es una conferencia ni nada. Reconozco el valor de las nuevas tecnologías, Internet abre un mundo maravilloso para los investigadores, antes te volvías loco.

-Además fue una de las personas que puso en marcha la Facultad de Derecho en Ourense.

-Estuve en la Universidad de Lovaina, en Santander, fui secretario general de la USC y en 1990 vine a montar la Facultad de Derecho a Ourense, que me encantó. En Galicia solo había una universidad, la de Santiago, que era ingobernable con más de 90.000 alumnos y siete campus. El bipartito de González Laxe creó las de Vigo y de A Coruña, pero no teníamos dinero por culpa del gobierno anterior por lo que empezamos con un hándicap tremendo. Aquí hay que hacer un monumento a Jesús de Juana, que sudó sangre para sacar esto adelante. Ahora el campus está en un lugar magnífico.

-Pero además cultivó muchas otras disciplinas...

-Soy miembro de la Real Academia de la Historia, además de la de Jurisprudencia. Siempre estoy escribiendo algo. Dirijo tesis doctorales aquí y en América e hice un estudio sobre unos documentos que publicó un rey de León en Laxe, donde están enterrados mis padres y quiero que me entierren. Hay libros míos en bibliotecas de todo el mundo y la mía, que doné a la Universidad, tiene unos quince mil ejemplares. Pero yo moriría dando clases, como se dice ahora, me pone. Me dedico a este oficio porque vocacionalmente es lo que me gusta. Por dinero hubiera sido registrador u otra cosa.