Vicente Jairo Álvarez: «La vacuna de la meningitis es nueva; millones de personas no la tenemos»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

LOLITA VÁZQUEZ

El presidente del Colegio de Farmacéuticos pide calma ante el desabastecimiento de ese medicamento

15 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los padres ourensanos han comenzado a preocuparse por la falta de un medicamento llamado Bexsero en las farmacias de la provincia. Se trata de la nueva vacuna para la meningitis B que en los últimos tiempos ha protagonizado muchos titulares de prensa con diversos protagonistas: pediatras que reclamaban a las autoridades sanitarias la inclusión en el calendario de vacunación infantil, colectivos de farmacéuticos que pedían que se autorizara su distribución en España del mismo modo que se estaban despachando en otros países europeos y padres que, mientras tanto, cruzaban la frontera para conseguirla en farmacias de Portugal y la traían ?en ocasiones de modo precario y arriesgándose a romper la cadena de frío? para que fuese suministrada a sus hijos. El pasado otoño, el gobierno autorizó la distribución en territorio español y su venta en los despachos farmacéuticos del país, y  pareció volver la calma. Pero los progenitores ourensanos vuelven a mostrar su preocupación porque desde hace dos semanas es casi imposible localizar el medicamento en la provincia.

-¿Hay un problema de desabastecimiento?

-Lo hay, pero no solo en Ourense, sino en Galicia y en el resto de España y además es un problema relativo. Hace aproximadamente dos semanas que no están sirviéndolo. El origen de lo que pasa está en una mala planificación inicial y que la demanda en poco tiempo ha sido mucha, pero poco a poco la fabricación irá ajustándose al mercado. De todos modos, este desabastecimiento es temporal y en unos días comenzarán de nuevo a llegar. Las administraciones han hecho un esfuerzo para adquirir lotes destinados a Portugal, traerlos conservando esa cadena de frío y colocarle los prospectos en español.

-¿Está fundada la preocupación de los padres?

-Que falte unos días y haya que esperar una semana o un mes para poner esta vacuna no supone un problema de salud pública. No estamos ante un medicamento para frenar una pandemia ni nada por el estilo. Hay un rango  muy amplio de vacunación, que se fija entre cero y dos años y entre dos y cuatro, pero hay incluso médicos que defienden que no se le ponga solo a los niños sino a otros colectivos, como las personas mayores. Hay que tener en cuenta que el producto salió al mercado hace un par de años más o menos. Esta vacuna de la meningitis es nueva; millones de personas que pisamos el mundo no la tenemos, porque no existía. Además hablamos de una vacuna, no de un medicamento para tratar un proceso agudo de una enfermedad. Otra cuestión importante: es para un tipo concreto de meningitis, la B; no para todos.    

-¿Por qué cree entonces que se genera este nerviosismo?

-Quizá porque el tema de esta vacuna ha estado muy en primer plano de actualidad y bastante rodeado de  polémica. Se ha hablado mucho de ella, sobre todo en Galicia donde, por proximidad, había gente que pasaba la frontera para adquirirla por su cuenta. Esa urgencia tiene mucho que ver con toda la polvareda que levantó la negativa inicial del gobierno español a permitir la venta del producto. Finalmente se autorizó el 10 de octubre del año pasado, tal y como se solicitaba por parte de los profesionales farmacéuticos y médicos, ya que no tenía lógica que una vacuna que estaba vendiéndose y administrándose en Europa no fuese accesible aquí en España. También había debate entre los profesionales, especialmente los pediatras, y la demanda por parte de algunos de que se incluyese en el calendario público de vacunación.

-¿Los que llegan a la farmacia a pedirla es por recomendación del pediatra?

-Normalmente sí, pero a veces vienen simplemente a preguntar nuestra opinión. A los padres les genera confusión el hecho de que haya pediatras partidarios, que recomiendan ponerla, y otros que no tanto. Algo que también es entendible porque el tiempo que lleva usándose no permite tener datos de los que se extraigan conclusiones sobre su efectividad, ni comparar la incidencia y prevalencia de la patología con relación a antes de que existiese. No ha habido tiempo suficiente para poder disponer de estudios fiables en ese sentido.    

-¿Y que dice un farmacéutico cuando se enfrenta a ese tipo de preguntas?

-Yo personalmente siempre les digo que deben seguir las recomendaciones de su médico; que lo que diga su pediatra va a misa y que es a ese profesional al que deben hacer caso.