El 4 de diciembre de 1982 los transportistas se enfrentaban al emplazamiento
04 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El mismo día que los ministros del primer gobierno de Felipe González prometían sus cargos en el palacio de La Zarzuela ante el entonces rey Juan Carlos I, en Ourense era noticia que el obispo Temiño defendía en una pastoral la indisolubilidad del matrimonio, la ausencia de calefacción en el colegio de A Carballeira por falta de una pieza y la absolución de dos responsables de la mina de Penouta por la muerte de un trabajador en 1979. La Voz se hacía eco también de una reivindicación que no llegó a cumplirse: La Asociación de Transportistas de Viajeros se oponía al emplazamiento de la futura estación de autobuses en las inmediaciones de las Torres de O Pino, donde finalmente se construyó. Ese rechazo daba cuerpo a la única alegación presentada por el colectivo empresarial al Plan General de Ordenación durante el período de exposición pública. Los transportistas pedían una ubicación más próxima al centro para beneficiar al comercio y no obligar a los usuarios a más gastos para conectar desde la estación con el núcleo urbano.