La ribadaviense Alba Diéguez se encuentra en la cárcel de Pereiro después de haber pasado varios meses en la prisión madrileña de Soto del Real
17 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«No pudimos decir nada. Nos abrazamos y ni siquiera lloramos». De esta manera resume la madre de Alba Diéguez, Mariluz, su encuentro con ella tras cerca de tres años sin verse. En febrero del 2013 la vida de la joven ribadaviense dio un cambio de 180 grados al ser detenida en el aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz, de Colombia, con casi tres kilos de cocaína. Desde ese día, la familia solo ha tenido un deseo: conseguir que cumpla su condena en España. Y ya es una realidad. El 31 de julio pisó suelo español y desde el mes pasado se encuentra cumpliendo su condena en la cárcel de Pereiro de Aguiar. La madre la encontró delgada, guapa y, lo más impactante, con acento sudamericano. «Se le pasará», dice con media sonrisa. El encuentro fue en Madrid, en la cárcel de Soto del Real. Entonces todavía no sabía cuándo se podría acercar a Ourense. «Llegó algo retraída y al principio quiso quedarse en la enfermería. Parecía que no quería tener contacto con nadie», explica Mariluz. A los pocos días llegó la feliz noticia: podría cumplir el resto de su condena al lado de casa, en la cárcel de Pereiro de Aguiar. «Ha sido el fin de una lucha por superar la inseguridad y el miedo que produce no saber cómo está tu hija, cómo se siente y qué puedes hacer por ella. Ahora no es la mejor de las situaciones, pero se puede decir que está con un pie en casa», explica la madre.
Tras pasar casi tres años en la cárcel colombiana, Alba asegura, según la madre, que en la prisión de Ourense «se come fenomenal. Es casi como en un hotel». A pesar de ello, solo tiene un deseo: poder comer cuanto antes la tortilla de patatas de su madre. De momento no sabe el tiempo que permanecerá en prisión, aunque la condena en Colombia fue de 9 años. Pero esa será ya otra historia.
Casi tres años de lucha para conseguir su extradición a España
Ha sido una larga lucha para la familia de Alba Diéguez que desde que fue detenida ha peleado para conseguir su regreso a España. Los primeros pasos consistieron en tratar que la joven sobreviviera en la cárcel de Barranquilla, tanto en lo que se refería a su manutención como a su defensa en el país. Así, los vecinos de Ribadavia abrieron una cuenta para conseguir fondos. Más tarde, la familia quiso que la ourensana pudiera ser extraditada a España y fueron varios los contactos que mantuvieron con diferentes autoridades. El golpe de efecto sucedió en marzo de este año, con la visita a España del presidente de Colombia, José Manuel Santos Calderón. Los contactos desde el consulado para intermediar tanto por ella como por otros españoles en parecida situación dieron sus frutos, anunciando su casi inmediato regreso. Tras un primer intento fallido, Alba pisó suelo español el 31 de julio.