Los padres de una paciente que pasó la noche fuera de Piñor denuncian al hospital

ourense / la voz

OURENSE CIUDAD

La joven, que está ingresada por orden judicial, desapareció el viernes por la noche y regresó al centro al filo de las siete de la mañana del sábado

20 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Josefa Piñeiro y José Cortes, padres de una paciente ingresada por orden judicial en la unidad psiquiátrica del hospital de Piñor, quieren que la dirección del centro responda en los tribunales por la desaparición de su hija durante la noche del pasado viernes y por lo que califican de «nefasto» control de los enfermos y el mal funcionamiento de la seguridad del centro dependiente del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense.

La joven, de 23 años, padece «un trastorno de la personalidad con alteraciones conductuales graves», según dice textualmente la sentencia que obligó a su ingreso tras una agresión con un cuchillo a sus padres, por la que también le fue impuesta una medida de alejamiento de la familia.

«Nos llamaron a las doce y media de la noche para decir que si sabíamos donde estaba la niña. Al parecer el guardia de seguridad la vio hablando por un móvil fuera, a las once menos cuarto de la noche. Es inexplicable que no la mandaran entrar, pero todavía más que el guardia cerrase la puerta a las once sin saber si estaba dentro», lamenta la madre, que dejó constancia de estos hechos en la denuncia oficial ante la Guardia Civil. Josefa se pregunta también de dónde sacó su hija el teléfono «porque ella no tiene móvil».

Los padres, que siguen teniendo la patria potestad y tutela de su hija, se desplazaron desde A Merca a Ourense y alertaron a las fuerzas de seguridad y a otros familiares para intentar localizarla. A las cinco de la madrugada la madre regresó a casa mientras el padre y un tío seguían buscando en el entorno del hospital. A las siete de la madrugada la madre recibió otra llamada del hospital diciendo que había regresado. «Cuando empezamos a enviar mensajes a conocidos por si la veían, una persona nos devolvió otro diciendo que la había visto por la calle la semana anterior, lo que nos hace sospechar que entra y sale sin ningún control», apunta el padre.