De manzanas y de piedras

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE CIUDAD

12 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Me apasionan los dóndevasmanzanastraigo. Me parecen muy interesantes. Porque aunque no contestan a lo que les preguntas -se imaginarán cuántas veces les pasa esto a los periodistas- te dan para pensar mucho. Podría ocurrir que, al quedarte sin respuestas, te quedases vacío. Pero no. Este tipo de personas, y su versión avestruz (ya saben, los que por toda respuesta entierran la cabeza) te llenan de nuevas preguntas. Y eso es bueno.

Cuando te encuentras con un dóndevasmanzanastraigo piensas más. Piensas en si creen que eres tonta o que ellos son muy listos. En si simplemente no quieren meterse en líos. En si no se dan cuenta de qué les estás planteando. En si realmente creen que están contestando al interrogante que les dibujas (lo que sería terrible).

Están también los tirolapiedrayescondolamano, que resultan, asimismo, apasionantes. Porque te permiten ejercitar la cabeza pensando en e motivo por el que cogieron la piedra, eligieron una cabeza a la que tirarla, acumularon el valor suficiente para hacerlo y luego metieron corriendo la mano en el bolsillo. Silbando. Es genial cuando, además, todo el mundo sabe quién tiró la piedra y, a pesar de todo, él sigue con la mano apretada y sudada en el bolsillo, concentrándose en despistar.

Seguro que se cruzan a menudo con personas de este tipo. Es posible que incluso usted sea alguna de ellas. Yo, por mi parte, me las encuentro de vez en cuando. Y esta semana, con la asamblea de la CEO, me acordé de ellas.