Si Woody Allen, que comenzó su genial carrera cinematográfica con la comedia Coge el dinero y corre, visitase Ourense, seguro que sacaba de la nueva corporación mil ideas para una nueva versión. El dinero que va a los bolsillos de los políticos quitó vendas y mostró realidades en las dos sesiones plenarias de esta semana. Ambas se referían a beneficios para los 27 ediles. Este hecho quitó caretas. El PP, a cambio de un sueldo de 64.000 euros para el alcalde y seis nóminas de 45.000 euros para otros tantos concejales, incumplió la promesa (punto 94 de su programa) de rebajar los 165.000 euros que se reparten los partidos del Concello. También se le vio el plumero al PSOE que pidió un 15% de merma en el sueldo del regidor que ya es un 5% inferior al que cobraba el último socialista. ¿Cómo puede justificar Barquero (que se vuelve a la Universidad por pasta) semejante mudanza de criterio?
Lo de Ourense en Común, la «marea», es como la caja de Pandora. Un día celebran primarias y al siguiente las anulan. Al otro nombran nuevo líder, Miguel Doval, y luego lo defenestran de la portavocía. Más tarde dejan a éste, ¡al que propusieron como alcalde! sin sueldo. Y, de guinda, piden una rebaja del 39% en el salario del alcalde pero no en el suyo.
La última venda que se cayó esta semana fue la de Democracia Ourensana. Se situó al lado del PP en la distribución del dinero y se alejó del PSOE, el socio imprescindible en una futura moción de censura. Lo que querían era pasta, que no le bajasen la del grupo, que le dieran dos sueldos a dos ediles y otros dos para colocar a sendos amigos. Jácome perdió la ocasión de decirle al alcalde minoritario: «El poder no lo tiene usted con 10 ediles; el poder lo tenemos nosotros, los 17 que nos sentamos de este otro lado por eso vamos a votar en contra de su propuesta y le vamos a aprobar una alternativa». Pudo marcarle un camino de espinas a Jesús Vázquez pero prefirió venderse por un plato de lentejas. Ahora el PP ya sabe que a Jácome y los suyos (a lo mejor más a los suyos que a Jácome) lo que les mueve es lo mismo que al protagonista de la comedia de Woody Allen. Y ya se sabe que problema que se arregla con dinero, no es problema.
Más dineros El popular Juan Manuel Jiménez Morán, el político mejor pagado en la historia ourensana, ha puesto el grito en el cielo por unos eurillos del nuevo gobierno de Verín, ese que él perdió subido a lomos de la prepotencia. El hombre que ganaba 123.000 euros cuando el presidente Touriño ingresaba 81.451 o Baltar (el de antes), 72.415, ha protestado porque el bipartito de Verín (PSOE-BNG) acordó dos dedicaciones exclusivas. Otra constatación de que los políticos exigen en la oposición lo contrario de lo que hacen en el gobierno.
COB Más allá de lágrimas, más allá de protestas, más allá de estériles amenazas ante la justicia y más allá de la frustración de los siareiros, que el COB quedase fuera de la ACB era, para rematar en plan cinéfilo, la crónica de una muerte anunciada. Cuando no hay mimbres económicos ni peso más allá del Padornelo, todo se queda en el sueño de una noche de verano. Bello, pero sueño.