También la CIG criticó ayer esa última medida de Agustín Fernández. En una nota difundida entre los medios de comunicación, el sindicato se suma al recuerdo del caso de las aceras y dicen que el alcalde trató de evitar el pago, una situación que «contrasta coa ausencia de recursos contra a sentenza que obriga a demoler unha vivenda en Reza, [...] xusto o contrario do que fixera no pasado por intereses sectarios e estritamente particulares». El uso de la Policía Local para el derribo también es criticado por el sindicato, que considera la medida «arbitraria».
En definitiva, la CIG se congratula de la próxima «xubilación política» de Agustín Fernández. A su juicio, «suporá un evidente alivio para as arcas municipais pola finalización do contrato-pack-familiar alcalde-filla de máis de 110.000 euros anuais». La central sindical concluye que fue el regidor «máis nefasto da democracia», pero la frase que cierra el comunicado difundido ayer por esa organización es, quizás, la que mejor resume su particular despedida a Fernández: «Tanta paz leve alí onde vaia como paz deixa».