La división interna del PSOE en Ourense no le salió gratis a los socialistas
28 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Cinco es uno de los números clave en la crisis del PSOE de Ourense tras el batacazo del 24M en la ciudad. Casualidad o no, cinco son los concejales (ahora en funciones) críticos del gobierno de Ourense y cinco también los ediles que perdió la candidatura de Vázquez Barquero con respecto a los últimos cuatro años. Ayer, dos de las díscolas no se cortaron a la hora de reclamar la cabeza de la secretaria local del PSOE, Carmen Rodríguez Dacosta. Bien es cierto que lo hicieron desde fuera del partido, ya que continúan suspendidas de militancia a la espera de que se resuelvan sus reclamaciones en el juzgado.
En su comparecencia también dejaron claro que se habían ausentado de la campaña en la ciudad. Quizás desde esa desconexión de una parte importante del PSOE ourensano puedan empezar a salir las cuentas de los cinco concejales y 10.000 votos perdidos desde el 2011. De esa división interna ya intentó sacar tajada Gonzalo Pérez Jácome, candidato de Democracia Ourensana, en plena campaña electoral. En una entrevista en La Voz, el líder de DO aseguraba de forma contundente que le iban a votar todos los críticos y también Pachi Vázquez y su entorno. «Me lo han dicho», sentenciaba. Sus palabras no pasaron desapercibidas y al día siguiente la crítica Susana Bayo le respondía desde las redes sociales calificando esa afirmación de «gran mentira». Tampoco se quedaba callado Pachi Vázquez, quien recién censado en Ourense durante el proceso de primarias, aseguraba que «votaría ao PSOE cinco veces se puidera».
Más allá de elucubraciones sobre el voto de los concejales díscolos, lo que sí parece obvio es que Pérez Jácome supo pescar en las municipales del 2015 en el caladero de votos de los socialistas descontentos, al igual que lo había hecho en el 2011 con los que no estaban satisfechos con la candidatura de Rosendo Fernández en el Partido Popular. Los resultados, especialmente en el barrio de A Ponte, dejan pocas dudas. Era, especialmente su zona más urbana, un feudo inexpugnable de los socialistas y en el que políticos como Rodríguez Penín (apartado del gobierno por Agustín Fernández hace más de un año) se movía como pez en el agua. También siempre se comentó que es un termómetro habitual en las municipales. «Si ganamos en A Ponte, ganamos la alcaldía», es un mensaje habitual del PP antes de cada cita electoral. Pues bien, esta vez quien venció en el área urbana de la margen derecha del río Miño fue Gonzalo Jácome, que superó a PP y PSOE, relegado en este caso a tercera fuerza.
En este escenario nadie puede negar que la brecha abierta en el gobierno de Ourense a raíz de un plante en un pleno a principios del 2014 no le ha salido gratis al PSOE, que ahora afronta un convulso proceso interno.