De la contabilidad a la asesoría global

p. seoane OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Padre e hijo tienen claro el modelo y apuestan por una sucesión tranquila

18 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay que ser sinceros, admite Iago Domínguez (Ourense, 1983), el trabajo en una asesoría de empresas, contable y fiscal, lo que se dice vocacional no es. Para qué engañarnos. Lo que realmente apasiona a Iago son los coches, pero esa es otra historia. Se incorporó a la firma que su padre, José Manuel Domínguez (Ourense, 1956), había puesto en marcha en 1992. Forjado el fundador en el árido campo de la contabilidad de empresa, con experiencia en dos firmas de las que pesaban en Ourense entre finales de los setenta y los ochenta, en 1989 soltó amarras y se independizó. Del 13 de marzo de 1989 es su primera licencia. Empezó solo. En un despacho de 30 metros cuadrados en una de las galerías del último tramo del Progreso. Los primeros fichajes llegaron a los tres meses. No solo hacía falta una persona para atender el teléfono, le faltaban manos y horas para atender todo el trabajo que le llegaba. Llegó entonces Martín Crespo. Y ahí sigue. Hoy son dieciocho personas y disponen de 260 metros cuadrados en un céntrico local en la calle Valle Inclán, a donde llegaron en 1996, tras haber dejado atrás otras oficinas en las calles Manuel Pereira y Ramón Cabanillas.

La trayectoria de Domínguez Paradela (Dompa) va ligada a la propia evolución de la sociedad. Y si en un primer momento su cartera de servicios se centraba en la vertiente comercial, los cambios normativos y la fiscalidad más exigente desde finales de los años ochenta del siglo pasado lo llevaron al área fiscal. «Al final te acabas convirtiendo en una oficina de prestación de servicios de todo tipo, desde la declaración de la renta a las herencias». Rara es la semana en la que no entran dos o tres peticiones de clientes para zanjar esa siempre incómoda obligación. Cómo será de significativo el peso de las sucesiones que han habilitado una sala de reuniones, con su buena pantalla, para que herederos y parientes puedan mostrar sus diferencias y ver las imágenes de sus leiras. Con la salvedad de que más de una vez y de dos se encuentran con la necesidad de aproximar posturas y lograr acuerdos. La relación con los clientes, con un hueco de mercado consolidado, es excelente, dice José Manuel. «Con la administración no es tan fácil. La presión es brutal y se dan, en ocasiones, situaciones absurdas como la actual en la Agencia Tributaria, con la cita previa obligatoria y límites en el número de personas que se atienden», lamenta este profesional, curtido por años de experiencia, que anticipa el deseo de ir delegando cada vez más en Iago, que formalmente es uno más en la empresa desde el 2010. Incluso se mueven en campos diferentes. La sucesión, no obstante, la tienen muy clara ambos, aunque hasta el momento mantienen una prudente distancia. Puertas adentro ejercen lo justo de padre e hijo. Tampoco se conceden escenario para la fricción. Iago estudió Empresariales, completó formación en el ámbito de la auditoría y también en el de la gestión. Creció en la oficina de Valle Inclán, «entre papeles relacionados con asuntos tributarios y fiscales, o requerimientos, te va familiarizando con el medio, casi sin querer, con cosas que en otros ámbitos sensaciones muy diferentes». La mano de Iago se ha empezado a notar en el interés que ha puesto en el ámbito de los seguros. Los coches, ya se sabe. Empezó siendo, reconocen padre e hijo, algo complementario, que se le ofrecía al cliente que lo pedía, pero de un tiempo a esta parte trabajan este campo de negocio. Con más intensidad, pero sin agresividad, como hubiera gustado a Elena Sotelo, esposa y madre, cuyo prematuro fallecimiento en diciembre del 2012 privó a ambos de una parte de sí mismos y dejó en la oficina una herida que poco a poco cierra, pero que difícilmente llegarán a ver cicatrizada.

josé manuel domínguez paradela e iago domínguez sotelo

«La relación con los clientes es excelente, con la administración resulta muy difícil en ocasiones. La presión llega a ser brutal»

J. M. Domínguez Padre

«Crecer entre papeles relacionados con asuntos fiscales y tributarios te va familiarizando con el medio»

Iago Domínguez Hijo

Asesoría fiscal y contable

El trabajo en Dompa ha ido evolucionado con el tiempo. Y con el decidido empuje del emprendedor que llevaba dentro José Manuel Domínguez. Necesitó tiempo para madurar, el justo, pero acabó aflorando. La contabilidad de empresas fue su primera referencia. Creció con administración de personal, relaciones laborales, asesoría en los ámbitos fiscal y mercantil para abrir terreno y recibir nuevos clientes. La firma está consolidado. Seguros y automóviles representan también vías de negocio en la actualidad de esta empresa, que, pese a todo, sigue teniendo en las pymes la base de su actividad en el día a día.

José Manuel e Iago Domínguez.

59 y 32 años.

Fundador de Dompa Gestión y sucesor natural al frente de la empresa.