Los ciudadanos son los que mandan

OURENSE CIUDAD

10 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las encuestas electorales sirven para muchas cosas. Entre otras, para meter miedo a los políticos. No es poca cosa en este tiempo de indignación. La experiencia nos dice que los ciudadanos ya no imponemos a los partidos. Nos prometen, los elegimos, luego no cumplen y siguen ahí (unos u otros, pero siguen ahí). Nunca pagan la factura. Siempre invitamos nosotros. Por eso las encuestas tienen ese punto de revancha casi infantil. Al menos durante dos semanas, las de la campaña, les importa lo que pensamos (lo que pensamos votar). En este momento somos verdaderamente conscientes de algo que nos pasará desapercibido durante cuatro años: nosotros somos los que mandamos. Los aspirantes al poder y su cohorte de asesores analizan los datos y qué circunstancias han podido influir en los mismos. Por todo esto el barómetro de Sondaxe es un aviso a navegantes. El mensaje que los ourensanos le mandan a las fuerzas políticas tradicionales es claro. No le dan alas. En todo caso se las recortan. Y empujan a partidos minoritarios, a outsiders que quieren dejar de serlo. Pueden, incluso, leer entre líneas: tenéis que tomarnos en serio; al fin y al cabo tenemos el voto por el mango.

Unos más fieles, otros más dispuestos a deshojar la margarita política y otros directamente decididos a cortar. Todos dejan claro que las que fueron las grandes siglas en el Concello de Ourense hasta ahora (PP, PSOE y BNG) no pasan esta reválida precisamente con nota. Y en la clase, desde las últimas filas, avanzan otros alumnos. Democracia Ourensana duplica y Ourense en Común emerge, adelantando incluso al Bloque.

Hay otro debate. Quien gane, ¿gana? Hartos quizás de que en la noche electoral todos resulten vencedores, el 39 % de los ourensanos prefieren un gobierno en minoría que un pacto. Llama la atención que una alianza entre PSOE, BNG y Ourense en Común no merezca mucho más apoyo que un pacto entre socialistas y populares. Otro recado más para que los partidos piensen en los intereses ciudadanos más que en los suyos propios.