En pie de guerra hasta el pitido final en el mandato más bronco que se recuerda

r. n. ourense / la voz

OURENSE CIUDAD

09 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni un segundo de tregua. La corporación más bronca que se recuerda en el Concello de Ourense fue fiel a su estilo hasta el último segundo. El pleno ordinario de mayo pondrá -más allá de que el reglamento marca que debe de celebrarse una sesión extraordinaria para aprobar esta acta o pueda ir a pleno una modificación de crédito para pagar a Proavia- punto y final a cuatro años de gresca. Muchos de los que empezaron el mandato (alcalde incluido) ya no están y los que se quedaron se despidieron de forma poco cordial. Esta vez no podrán apuntar a Gonzalo Jácome como agitador. Este optó, junto con su compañero de Democracia Ourensana Manuel Álvarez, por abandonar la sesión en señal de protesta por anunciarse un pleno de trámite sin mociones y entrar finalmente tres propuestas, que se convirtieron en cinco, de los grupos de PP y BNG. Antes de irse eso sí, no desaprovechó la oportunidad de que ya se había iniciado la campaña electoral para pedir el voto para Democracia Ourensana a los cinco concejales críticos del PSOE.

A vueltas con Otegi

En la moción sobre las corridas de toros al concejal del PP, Miguel Abad, le pareció oportuno recordar el apoyo que la nacionalista Ximena González le había expresado en una sesión de este mandato a Arnaldo Otegi, para quien había pedido la libertad. Esta mención dio pie a un rifirrafe entre ambos que acabó con amenaza de querella por parte de la edila del Bloque tras asegurar Miguel Abad que «vostede ten fotos con supostos terroristas. Está vostede retratada».

Tampoco fue amistosa la despedida entre Rosendo Fernández y Agustín Fernández. El regidor le echó en cara su forma de realizar oposición y le espetó: «Vostede tiña que ter repetido se fixera outra oposición e ata tería serias opcións de gañar. Pero non o queren no seu partido e agora ten que volver á A Merca». El portavoz del Partido Popular le respondió: «Eu con vostede discuto se fai falla ata nunha cabina telefónica». Y entre bronca y bronca se llegó al final tras tres horas y cuarto de debate. Apenas una breve alocución del alcalde de Ourense, Agustín Fernández, sirvió de colofón a cuatro años de fuerte marejada política: «Sorte a todos os que se presentan e feliz viaxe na súa vida».