El volumen de las campanas de la iglesia de Fátima llegará al juzgado

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE /LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Un vecino acusa al Concello de Ourense de no hacer cumplir la ordenanza de ruidos

07 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Será en mayo, aunque no coincidirá en el día 13, festividad de Fátima. El Concello de Ourense deberá acudir al juzgado, en calidad de demandado, para defenderse ante la denuncia de un vecino del barrio de O Couto que exige desde hace varios meses que dejen de sonar a ciertas horas las campanas de la iglesia de Fátima y que, cuando lo hagan, se adapten a la ordenanza de ruidos municipal.

Fueron varias las ocasiones en las que el denunciante -que asegura que es difícil vivir con el continuo repicar de campanas- acudió hasta la iglesia para hablar con el párroco y buscar una solución. Entonces se eliminaron las de la madrugada, ya que antes sonaban durante las 24 horas del día. Se retrasó el inicio (que ahora es a las 9.30 horas) y la última suena a las diez de la noche. Pero esta medida no ha sido suficiente para el vecino ya que, asegura, las campanas repican cada cuarto de hora y superan, con creces, lo que establece la normativa en la capital.

Tras la negativa de la parroquia de variar la intensidad del sonido, el vecino recurrió al Concello, ya que es la administración encargada de velar por que se cumpla la ordenanza de ruidos. Antes, el denunciante contrató a una empresa para que midiera el volumen de las campanas y comprobar que, efectivamente, incumplía la normativa que marca la legislación municipal. Con esta prueba se presentó en su día en el Concello sin que, hasta la fecha, se tomara ninguna medida. Salvo, según explica el vecino afectado, aconsejarle que tratase este tema directamente con el Obispado de Ourense. Además de sonar a las horas y a las medias, el afectado subraya que hay momentos del día en el que las campanas se cambian por música grabada que se oye durante algunos minutos, lo que hace todavía más difícil el descanso dentro de las viviendas.

El Concello de Ourense tendrá que acudir al juzgado para demostrar que en este caso se tomaron todas las medidas pertinentes. Desde realizar sus propios controles de acústica hasta advertir a la iglesia de la necesidad de menguar el volumen de las campanas y de las grabaciones musicales, en el caso de que hubiera comprobado que superaban los decibelios legales. El vecino afectado asegura que la inacción del Concello en este asunto es más que evidente, ya que en ningún momento procedió a comprobar si su denuncia estaba justificada. Además, relata que son muchos los vecinos de la zona que sufren por los ruidos pero que nunca se han atrevido a denunciar la situación.