Golpea e intenta llevarse a un menor por una deuda de 180 euros en droga

La Voz OURENSE

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El implicado asumió su responsabilidad al retirar la fiscalía la imputación por tráfico de drogas

19 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Acudió el 23 de mayo del 2013 Ángel Antonio R. L., de 23 años, hasta las inmediaciones del colegio Malvedo, en Coles, donde estudiaba un menor que le debía 185 euros correspondientes a entregas de hachís. Pretendía intimidarlo para que le pagara. Ayer volvió al juzgado de lo Penal número 2 de Ourense, acusado de los delitos de tráfico de drogas, intento de detención ilegal y amenazas, junto con una falta de maltrato. Admitió su proceder, aunque con matices.

Se enfrentaba a cinco años y medio de cárcel por su proceder del 2013. La condena final ha sido significativamente más baja, al haberse conformado el implicado. Consiste en multa y penas de prisión que suman un año de prisión, al haber retirado la fiscalía la acusación por tráfico de drogas y rebajar el intento de detención ilegal a coacciones.

Espera en el colegio

El acusado había acudido al centro escolar sobre las cinco y media de la tarde. Esperó a su supuesto cliente en las inmediaciones del colegio. Le pegó un rodillazo en los testículos y otro en el muslo derecho, para, a continuación, exigirle que subiera al BMW en el que se había desplazado el agresor. No logró su propósito Ángel Antonio por la mediación de un adulto que estaba en el lugar, se percató de lo que estaba ocurriendo y se acercó hasta el lugar del incidente.

El episodio ocurrido el día 23 de mayo era, según las conclusiones del ministerio público que recogerá la sentencia de conformidad, la culminación de una serie de amenazas dirigidas al lesionado, consecuencia de la supuesta deuda de 185 euros derivada de la venta de hachís al menor de edad. Las amenazas serían transmitidas al deudor por medio de otro menor que era conocido de los dos protagonistas de este suceso que ayer llegó a juicio.

Acoso telefónico

El acoso tuvo continuidad en días sucesivos, por medio de mensajes de carácter intimidatorio al teléfono del chicho, utilizando como intermediario al otro menor de edad.

El agredido renunció a cualquier indemnización que le pudiera corresponder. La condena se ha concretado en seis meses de prisión por un delito de coacciones; seis meses más por un segundo delitos de amenazas y 180 euros de multa por una falta de lesiones.