Galicia no puede entenderse sin el impacto que el medio rural tiene en su geografía. En este contexto, Ourense presenta una realidad no solamente marcada por su predominante estructura rural sino también por su fuerte dispersión poblacional y sus bajos índices demográficos. La conjunción de estos factores, unida al severo impacto que la crisis económica ha provocado en el sector de la farmacia, está provocando que muchas boticas situadas en núcleos rurales atraviesen serias dificultades económicas que ponen en serio peligro su viabilidad a corto plazo. Los servicios que prestan son fundamentales, especialmente en los pueblos más pequeños. Muchas veces se trata del único centro sanitario abierto. El envejecimiento de la población, la receta electrónica o el suministro de medicamentos a las residencias de mayores por parte de servicios hospitalarios urbanos, entre otros factores, han originado una situación muy delicada para un importante número de farmacias. Se está poniendo, así, en riesgo el devenir del propio pueblo, con la posibilidad de dejar desasistidos a un importante número de ourensanos. Gentes del rural que constituyen la esencia de nuestra tierra. Evitar que se produzca este escenario es una responsabilidad que corresponde, fundamentalmente, a las autoridades sanitarias.
Vicente J. Álvarez preside el colegio de farmacéuticos.