Jacobo Sobral (Pontevedra, 1988) logró en A Estrada su primera victoria de esta temporada. Sin embargo, el triunfo no fue fácil, principalmente por las condiciones de la carrera del sábado, en donde la lluvia intermitente aún complicó más el trazado. «El primer día se patinaba muchísimo en la carretera y fue muy difícil, muy difícil acabar con el coche entero. Y bueno, al final, lo conseguimos y hoy (por ayer) ya con buen tiempo, fue muy bien el coche, todo perfecto», aseguró ayer tras recibir el trofeo de campeón de esta 21ª edición de la Subida A Estrada.
El piloto pontevedrés indicó que el sábado tuvo que «arriesgar mucho» para poder hacerse con la victoria. Apuntó que ayer también pero «estaba el asfalto seco y era más fácil».
Jacobo Sobral, que lleva desde el 2010 participando en pruebas de automovilismo, apuntó que antes de arrancar la carrera veía «difícil» poder alzarse con el triunfo final. Tras lograrlo, mostraba satisfecho y contento porque «al final lo conseguimos». Desde sus inicios siempre había acudido a la subida estradense. «Es una carrera que me gusta bastante», aseguró el piloto, que siempre participó a bordo de barquetas. El año pasado ya había saboreado el podio después de quedarse en la tercera posición, pero este año consiguió subirse a lo más alto. Su próxima cita será en A Bola, en Ourense, a donde llegará con la moral alta después de este triunfo en A Estrada. «Se intentará una nueva victoria», aseguró.
Una carrera con recuerdo
Durante la Subida á Estrada pudieron verse sobre la carrocerías muchos mensajes de recuerdo y agradecimientos. «Pablo, sempre estarás con nós», fue alguno de ellos pero no el único. Además, en esta cita, participaba entre otros José Pose, padre del piloto del mismo nombre fallecido hace unos meses y que corrió que su vehículo. Esta edición además de la subida era en memoria del piloto Miguel Ángel Castro.