Necesitaba, querida artista de la canción y virtuosa del fado, escribirle a una persona como tú, como la inmensa mayoría de las 107.597 de la capital. Cuando estaba a punto del vómito por la indecencia que desborda la Consistorial, leí en La Voz que el viernes, 28, das un concierto en el Liceo a beneficio de la Asociación Down. ¡Albricias! ¡Una persona que no busca su propio beneficio (como las que denigran estos días la imagen de Ourense en España) sino que ofrece gratis su trabajo! No me sorprende tu generosidad. Sé que vienes del pueblo llano y que siempre tuviste los pies en el suelo. Actuaste a este y al otro lado del Atlántico, ante gente modesta y ante jefes de Estado, en palcos de música y en platós de televisión, en festivales internacionales y en fiestas populares. Nadie te regaló nada. De la nada saliste y, con mucho trabajo, alcanzaste grandes cotas artísticas. Eres artista por tu magnífica voz y por tu profesionalidad pero lo eres mucho más por tu gran corazón. Ojalá el Liceo esté a reventar. Cuenta ya con mi aplauso y con mis 10 euros de la entrada solidaria.